Myron Aub, el peculiar personaje de cabeza calva, sorprendió al mundo con una habilidad olvidada: multiplicar sin la asistencia de un ordenador. Una hazaña que dejó atónitos a los miembros del Nuevo Pentágono, al mostrar que aún habÃa quien dominaba el arte de los cálculos manuales usando solo papel y bolÃgrafo.
Esta escena, extraÃda de la novela corta ‘La sensación de poder’ de Isaac Asimov, publicada por primera vez en 1958, nos plantea un futuro donde la humanidad ha perdido el dominio de las matemáticas fundamentales, confiando casi exclusivamente en computadoras. Lo que logró Aub al redescubrir el proceso de cálculo manual desencadenó una reacción inesperada y predecible a la vez.
Leà esta obra hace 30 años y desde aquel entonces me resultó cautivadora —soy un ferviente admirador de la saga ‘Fundación’ de Asimov, aunque la serie de Apple TV+ no logró captar la esencia—. La obra nos advierte sobre la dependencia excesiva de las máquinas. ¿Es realmente un camino que deberÃamos seguir?
La Generación de Programadores con la IA en el Codillo
El impacto de la inteligencia artificial se siente con fuerza en el ámbito de la programación. Esta disciplina ha sido una de las más influenciadas por la irrupción de la IA. En cuestión de meses tras el lanzamiento de herramientas como ChatGPT, nueve de cada diez programadores ya las utilizaban para mejorar su trabajo.
Las herramientas de inteligencia artificial son cada vez más eficaces en la programación, facilitando un tipo de «programación sin esfuerzo». Con soluciones como Cursor, es posible que incluso aquellos sin experiencia o conocimiento en ciertos lenguajes puedan desarrollar proyectos destacables. Aunque la IA no es infalible, su mejora constante es innegable.
No obstante, surge una preocupación: ¿olvidaremos cómo programar? Un desarrollador, Namanyay Goel, denuncia en su blog que «los nuevos desarrolladores junior no son capaces de programar por su cuenta».
La incorporación de la IA permite que los programadores produzcan más código que nunca, pero carecen del entendimiento del funcionamiento subyacente o de posibilidades alternativas.
Según Goel, la generación actual de programadores se apoya en herramientas como ChatGPT, Copilot o Claude de forma constante, lo que les permite ser muy productivos, pero sin comprender plenamente el porqué detrás del código o si existen mejores enfoques. «Sacrificamos la comprensión profunda por soluciones rápidas, un precio que eventualmente pagaremos», advierte.
Goel recuerda un tiempo no muy lejano cuando plataformas como Stack Overflow eran fuentes de aprendizaje. AllÃ, las preguntas llevaban a respuestas que ayudaban a entender los conceptos. Los desarrolladores experimentados fungÃan como mentores informales para las nuevas generaciones.
«La IA ofrece respuestas inmediatas, pero el conocimiento adquirido es superficial. En StackOverflow, las respuestas venÃan acompañadas de discusiones profundas que enriquecÃan el entendimiento. Era un proceso más lento, pero al final comprendÃas no solo qué funcionaba, sino el porqué detrás de ello».
Cabe mencionar que no todos comparten esta opinión. Un comentarista en Slashdot sostiene que «StackOverflow ha sido una fuente de malos consejos de programación y ha fomentado una tendencia a copiar y pegar durante demasiado tiempo».
A pesar de esto, Goel es optimista sobre el futuro. Cree que la IA es una herramienta útil, pero también un medio para seguir aprendiendo. Recomienda cuestionar las respuestas que proporciona la IA y debatirlas con colegas o en plataformas como Reddit, Discord o Mastodon para explorar nuevas posibilidades.
Reflexiones desde la Revolución de las Calculadoras
El debate que plantea Goel resulta fascinante para algunos, aunque para otros es irrelevante. En Slashdot, un usuario afirma que la IA no es la culpable de que muchos desarrolladores junior no comprendan conceptos básicos; es más bien un reflejo del estado actual de la educación.
El panorama recuerda a otras revoluciones industriales donde las máquinas han transformado profesiones enteras. Aunque seguimos aprendiendo matemáticas, fuera del aula recurrimos a la calculadora por conveniencia y rapidez.
Aunque inicialmente las calculadoras desplazaron ciertos trabajos, su efecto global ha sido positivo a lo largo del tiempo.
Inicialmente, las calculadoras causaron despidos, pero a la larga, su impacto ha sido positivo.
Aún existen matemáticos, centrados ahora en desafÃos más complejos que las máquinas no pueden resolver. Las calculadoras han incrementado su valor al liberarles de tareas rutinarias y propensas a errores humanos.
Las calculadoras también han impulsado la productividad y eficiencia, permitiendo que los profesionales se concentren en aspectos más crÃticos que aún requieren intervención humana.
Asà que, ¿se repetirá la historia con la IA en la programación? Parece probable. La IA es ya una herramienta vital para los programadores, y es concebible que en el futuro, los programadores evolucionen hacia roles más estratégicos, delegando tareas repetitivas a las máquinas.
Jensen Huang de NVIDIA mencionó en 2024 que pronto no será necesario aprender a programar, ya que la IA lo hará por nosotros. Mark Garman de Amazon Web Services comparte esta visión, y la industria parece moverse en esa dirección. Posiblemente, en el futuro, la habilidad de programar no será tan valiosa si la IA puede hacerlo igual de bien, o incluso mejor. Como siempre, nos adaptaremos.
Quizás, en un futuro lejano, un Myron Aub anciano y calvo asombrará al mundo al demostrar que ha aprendido a programar sin el auxilio de máquinas.
Boom.
Imagen | Mohammad Rahmani
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