Los padres que se mantienen cercanos a sus hijos adultos suelen adoptar estos cinco hábitos. Steve Jobs tuvo la experiencia de ambos extremos con sus dos padres

La vida de Steve Jobs ofrece una perspectiva única sobre la paternidad «tradicional». Pasó por la experiencia de sentir la ausencia total y recibir amor incondicional. Mientras que su padre biológico era solo un desconocido que atendía en un restaurante, sus padres adoptivos, Paul y Clara Jobs, forjaron un vínculo duradero con él.

Un relato significativo sobre la buena paternidad surge de la infancia de Jobs. Cuando Steve tenía cerca de 10 años, su padre Paul le enseñó a construir una valla alrededor de su jardín, subrayando la importancia de hacer bien incluso la parte que no se ve. «Nadie notará si está bien hecha, pero tú lo sabrás», le dijo Paul. Este tipo de conducta en los padres ilustra, según los expertos, lo que mantiene a padres e hijos unidos a lo largo de la vida.

Respetan la privacidad llamando antes de entrar

De acuerdo con el Pew Research Center, los padres que definen límites claros en cuanto al espacio personal refuerzan los vínculos familiares. Paul Jobs comprendió esto desde el principio: cuando Steve mostró interés por la tecnología, le ofreció parte del garaje para sus experimentos. No era solo un lugar físico, era un mensaje de confianza y respeto. Esta lección sobre privacidad es esencial, especialmente durante la adolescencia.

Manejan expectativas realistas sobre el éxito de sus hijos

Todos los padres desean el éxito para sus hijos, pero basar su «trabajo» en expectativas no realistas puede ser perjudicial. Los padres adoptivos de Jobs demostraron esto cuando él dejó la universidad: a pesar de su preocupación, respetaron su elección y continuaron brindándole apoyo. Los expertos indican que el éxito debería centrarse más en el esfuerzo que en logros específicos como una nota sobresaliente o una carrera en particular.

Solo ofrecen consejos cuando se los piden

Este debería ser un principio vital para todos, ya que abundan los consejos no solicitados. La terapeuta familiar Sarah Epstein señala en Psychology Today que dar consejos sin que se pidan «suele sabotear las conversaciones y vínculos saludables». La experiencia de Jobs ilustra esta idea: mientras sus padres adoptivos le dieron libertad para tomar decisiones, su padre biológico, retenido por lo que llamó su «orgullo sirio», nunca intentó acercarse ni establecer una relación.

Aceptan todas las emociones

Es crucial que los padres acepten todas las emociones que sienten sus hijos, desde la ira hasta la felicidad. En 1986, cuando Jobs decidió buscar a sus padres biológicos, Paul y Clara Jobs no solo aceptaron sus emociones, sino que lo apoyaron en su viaje emocional. Como señala la Universidad de Harvard, para que nuestros hijos sean emocionalmente inteligentes, debemos comunicarnos con ellos de manera emocionalmente inteligente.

Respetan la autonomía y las decisiones de sus hijos

Según el psicólogo Jeffrey Bernstein, a algunos padres les resulta difícil dejar que sus hijos tomen decisiones por sí mismos, pero el respeto es la base de una relación íntima y saludable. Los padres adoptivos de Jobs lo ejemplificaron: respetaron decisiones cruciales como dejar la universidad o buscar a sus padres biológicos. Como decía mi madre, aprendemos más de nuestros errores que de nuestros aciertos.

Steve Jobs montando uno de los primeros ordenadores de Apple

Son sus padres, no sus amigos

La psicóloga Peg Streep lo tiene claro: «Es posible crear un vínculo cercano entre padres e hijos adultos sin caer en el territorio de la amistad». Paul y Clara Jobs no intentaron ser los mejores amigos de Steve; fueron algo aún más importante: sus padres. Le enseñaron valores esenciales, como la importancia de hacer bien el trabajo, incluso cuando no es visible, algo que Paul le mostró a través de la construcción de una valla en el jardín. Este principio se convirtió en uno de los pilares que Jobs aplicaría más adelante en Apple.

Steve Jobs y uno de sus hijos

La historia de Steve Jobs, marcada por dos experiencias parentales tan distintas, nos enseña que la paternidad efectiva no exige perfección, sino presencia, respeto y apoyo incondicional. Mientras un padre permanecía distante, los otros construyeron una relación definitoria mediante estos cinco hábitos esenciales. Como padres, aunque no podemos proteger a nuestros hijos de todos los retos de la vida, sí podemos crear un entorno seguro donde puedan crecer, cometer errores y aprender, manteniendo un vínculo duradero.

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