El senador Marco Rubio lanzó una advertencia contundente a Panamá el pasado 2 de febrero, indicando que el gobierno de Estados Unidos está preparado para actuar si no se realizan «cambios inmediatos» en la administración del Canal de Panamá. Rubio argumenta que la gestión actual infringe el tratado de traspaso.
En una reunión con el presidente José Raúl Mulino, el secretario de Estado estadounidense subrayó que la situación actual es «inaceptable» y que, si no se producen cambios de manera urgente, EE.UU. se verá obligado a tomar las medidas necesarias para proteger sus derechos conforme al tratado, según declaró la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.
Rubio transmitió a Mulino que el presidente Donald Trump considera que la influencia y control del Partido Comunista Chino sobre el Canal de Panamá representan una amenaza y violan el Tratado Relativo a la Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal de Panamá, afirmó Bruce.
En respuesta, el presidente de Panamá insistió en que la soberanía del país no está en juego, según informó en una conferencia de prensa tras el encuentro.
“El canal es operado por nuestro país y así continuará”, aseguró el presidente panameño.
Rubio, antes de llegar a Panamá, destacó en un artículo en The Wall Street Journal que su visita subraya la prioridad de la administración Trump de enfocarse en la región latinoamericana. “Es significativo que mi primer viaje al exterior se mantenga dentro del hemisferio”, escribió.
Los temas principales de su gira son el control de la migración irregular, la lucha contra el narcotráfico y la creciente influencia de China en América Latina.
En particular, Rubio llevará un mensaje claro a los líderes de la región sobre el deseo de Trump de retomar el control del Canal de Panamá, que fue entregado a Panamá en 1999 tras la firma del tratado Torrijos-Carter en 1977.
Por su parte, Mulino rechazó cualquier negociación sobre la soberanía del canal.
En una entrevista con SiriusXM, Rubio afirmó que el gobierno de Trump ve en la administración del canal un interés estratégico crucial, debido a las inversiones chinas en la infraestructura del canal. Además, advirtió que China podría bloquear el tráfico en el canal, lo que, según él, constituiría una violación del tratado de 1977.
La empresa Hutchison Ports, con sede en Hong Kong, gestiona terminales portuarias en ambos extremos del canal y recientemente obtuvo una extensión por 25 años sin licitación. Actualmente, se está llevando a cabo una auditoría para evaluar esta extensión, lo que podría llevar a un nuevo proceso de concesión.
Algunos analistas sugieren que, aunque Panamá no está dispuesta a ceder la soberanía del canal, podría considerar transferir la concesión de operaciones a una empresa estadounidense o europea, lo cual podría aliviar las preocupaciones de Washington. Sin embargo, no está claro si Trump vería esta medida como suficiente.
Después de su estancia en Panamá, Rubio tiene programado visitar El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, donde discutirá temas de seguridad y cooperación migratoria.
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