Los intentos de Microsoft por ganar terreno en el lucrativo mercado de las búsquedas no han sido completamente fructíferos. Su esfuerzo más notable data de 2009, cuando reemplazó Live Search con Bing. A pesar de ser una propuesta atractiva con una interfaz elegante, un motor mejorado y un nombre fácil de recordar, no logró el impacto esperado.
Actualmente, según Statcounter, Bing posee el 11,53% del mercado de las búsquedas. Las cifras también indican que la participación de este buscador se mantuvo por debajo del 10% hasta finales de 2023, alcanzando un máximo del 11,97% en agosto de este año. Google ha perdido algo de terreno, pero sigue siendo el líder indiscutible del sector.
Bing, 15 años después
Observamos que el mayor crecimiento de Bing ha coincidido con el auge de la inteligencia artificial (IA). Nuevas funcionalidades como Copilot parecen haber contribuido a este cambio, aunque ocurre en un contexto particular: la IA se perfila como el próximo motor de búsqueda. Y no lo decimos nosotros.
Estas afirmaciones provienen de Mustafa Suleyman, líder de Microsoft AI. En una entrevista con The Verge, el ejecutivo destacó que, si logran solucionar el problema de las alucinaciones, los modelos de IA conversacionales representarán el futuro de la web. Suleyman expresó que “esto es el siguiente navegador; este es el siguiente motor de búsqueda”.
El líder en IA del gigante de Redmond visualiza un futuro donde los usuarios simplemente digan: “Oye Copilot, ¿cuál es la respuesta a esto?”. Hoy en día, esto es parcialmente viable; podemos utilizar el botón del micrófono de Copilot para hacer preguntas, aunque el problema persiste en la precisión de las respuestas.
Algo similar sucede con el modo de voz avanzado de ChatGPT u otras herramientas conversacionales de IA, donde las alucinaciones siguen siendo un desafío. Sin embargo, si la tecnología llegara a mejorar significativamente su precisión, podría dejar de tener sentido realizar búsquedas tradicionales en Google o Bing.
De ser así, este nuevo escenario podría convertirse en una oportunidad para Microsoft. Aunque hayan perdido la batalla de los buscadores, los creadores de Windows aún tienen la posibilidad de liderar en el campo de los asistentes de IA y los agentes de IA, enfrentándose nuevamente a Google y, con el tiempo, posiblemente también a OpenAI.
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