En 2014, apenas una década después de que Tesla irrumpiera en escena, surgió Nikola. Esta nueva empresa automovilística, que también rendía homenaje al ingeniero eléctrico Nikola Tesla, tenía el objetivo de liderar el sector de los camiones eléctricos. La compañía no se centró en automóviles, sino en camiones, lo que le valió el apelativo de ‘la Tesla de los camiones’.
Al principio, captó la atención con sus promesas de camiones eléctricos e impulsados por hidrógeno que ofrecían autonomías de hasta 2.000 kilómetros. Sin embargo, hoy en día, esos camiones son solo un recuerdo y Nikola enfrenta una inminente bancarrota.
En una situación crítica. Así lo indican fuentes de Bloomberg y The Washington Post, quienes aseguran que representantes anónimos de la empresa mencionan que Nikola está considerando sus necesidades financieras y de liquidez para llevar a cabo una reestructuración. Entre las opciones está la venta de la empresa, la reestructuración mencionada o la declaración de bancarrota. La gran interrogante es cómo una empresa que llegó a estar valorada, aunque brevemente, por encima de un gigante como Ford, ha caído en esta situación. Una evaluación detallada lo explica claramente.
Un diseño prometedor, pero solo una idea
Nikola Tesla. En 2016 se presentó el primer camión de Nikola, una impresionante máquina de seis ruedas con 2.000 CV y la capacidad de acelerar de 0 a 100 km/h en 30 segundos bajo carga máxima. Además, podía mantener una velocidad de 100 km/h en pendientes de hasta el 6% y, gracias a su pila de hidrógeno, prometía cerca de 2.000 kilómetros de autonomía. Este modelo recibió el nombre de Nikola One.
El precio estimado al salir de producción era de 375.000 dólares, algo que se esperaba sucediera en 2020. No obstante, ese año pasó sin que la empresa vendiera un solo camión, convirtiéndose en una empresa pública basada únicamente en promesas. A pesar de que durante su presentación el camión podía reservarse con un depósito de 1.500 dólares, no había un producto tangible.
Modelos Two y TRE. A pesar de los desafíos, Nikola continuó presentando más camiones. En 2017 presentó el modelo Two, un camión con motores eléctricos y una autonomía más limitada que el One, entre 800 y 1.200 kilómetros. Equipado con una pila de hidrógeno y cámaras en lugar de espejos retrovisores. En 2018 lanzó el modelo TRE, adaptado al mercado europeo y capaz de recorrer hasta 1.200 kilómetros con diseño más ágil.
La empresa planeaba producir sus tres modelos para distribuir las dos primeras generaciones en 2020 y la tercera en 2023. Aunque el TRE ofrecía una menor autonomía, se destacaba por su sistema de conducción autónoma similar al de Tesla y numerosos clientes en EE.UU. habían realizado pedidos de hasta 800 camiones.
Controversias. En 2018, Nikola demandó a Tesla, solicitando 2.000 millones de dólares por presuntas infracciones de patentes relacionadas con el Tesla Semi. Según Nikola, Tesla copió elementos como el diseño del fuselaje, el parabrisas envolvente y la puerta de entrada. Aunque había similitudes, el diseño de cada uno tenía matices propios.
El momento más crítico llegó en 2020. Acusaciones de fraude llevaron a la dimisión de Trevor Milton, CEO y fundador de Nikola, tras un informe devastador que describía a Nikola como un “océano de mentiras” y atribuía a Milton el haber engañado a los inversores para que confiaron en la empresa. Milton negó haber afirmado tener una pila de combustible en el camión y atribuyó muchas de las tecnologías presentadas a terceros.
Cancelaciones. Desde 2020, a pesar de la calma aparente, internamente las cosas no han ido bien. El modelo Badger, que competía con la Cybertruck de Tesla, fue cancelado junto a otros prototipos, y las bajas ventas de camiones de hidrógeno han sido insuficientes para mantener a flote a la empresa.
Según Bloomberg, en los primeros nueve meses de 2024, solo se vendieron 200 camiones. En octubre, Nikola comunicó tener financiación hasta el primer trimestre de 2025, pero en diciembre intentó recaudar hasta 100 millones de dólares en acciones, sin éxito aparente. El futuro de ‘la Tesla de los camiones’ es incierto y la situación no parece prometedora.
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