La tecnologÃa de impresión 3D está comenzando a revolucionar el ámbito de la construcción. En Alemania ya ha sido utilizada para crear un centro de datos con una fachada ondulante que serÃa difÃcil de erigir con métodos tradicionales. Japón ha visto cómo se puede imprimir en tiempo récord una pequeña estación ferroviaria. Y ahora, en un pequeño pueblo en los Alpes suizos, se levanta la torre blanca de hormigón más alta construida con esta técnica. Conocida como Tor Alva, esta torre no solo representa un logro en ingenierÃa, sino también una propuesta de cómo cultura, diseño computacional y sostenibilidad pueden coexistir.
La Torre Blanca: Un Nuevo Standard en Arquitectura 3D
Tor Alva, que significa «la torre blanca» en romanche, es fruto de la colaboración entre Nova Fundaziun Origen, una fundación cultural suiza, y el Instituto Federal de TecnologÃa de Zúrich (ETH Zurich). Situada en Mulegns, la torre de 30 metros se alza como un espacio escénico singular, convirtiéndose en un hito cultural en el valle de Surses.
Los lÃderes del proyecto destacan que el edificio aplica diseño computacional y refuerzo automatizado para crear una estructura que antes hubiese sido técnicamente impensable. Consiste en cinco plantas culminadas por una cúpula teatral para 32 personas, sostenida por 32 columnas únicas impresas de forma robotizada. Estas columnas no solo son la estructura de soporte, sino también la fachada y el elemento decorativo de la torre.
Fabricadas con hormigón blanco, las columnas de Tor Alva se imprimen en capas de 8 milÃmetros de altura por 25 milÃmetros de ancho. Miden entre 3,4 y 6 metros, y están compuestas por tres capas: una exterior con texturas decorativas, una intermedia para el refuerzo estructural y una interna hueca para los canales verticales. Cada columna requiere unos 5.000 metros de hormigón extruido.
Lo excepcional es que cada columna es distinta. Diseñadas algorÃtmicamente, fueron fabricadas con precisión milimétrica. El diseño consta de una forma orgánica que soporta fuerzas laterales sin refuerzo adicional, una estructura ondulada que refuerza paredes delgadas y un patrón ornamental generado por el cabezal impresor. El resultado es una estructura no convencional pero lógicamente estructurada y eficiente.
El desafÃo de la impresión 3D en hormigón ha sido la falta de refuerzos estructurales eficaces. Tor Alva lo supera con una innovadora técnica: durante la impresión, dos robots trabajaron simultáneamente. Uno imprimÃa el hormigón, mientras el otro introducÃa refuerzos metálicos. Después, se añadieron barras de acero y mortero para asegurar la estructura.
La planificación de Tor Alva también considera su futuro desmantelamiento. La torre estará en Mulegns por cinco años pero puede ser completamente desmontada y reconstruida en otro sitio si asà se desea.
En cualquier momento podrá ser desmontada por completo y reconstruida en otro lugar
Las columnas se ensamblaron en una planta a 10 kilómetros del pueblo y se transportaron en camiones hasta el lugar de la construcción. Cada columna consta de una base, un cuerpo impreso y un capitel. Las partes horizontales se hicieron con moldes impresos en 3D y hormigón ecológico. La estructura está protegida por una membrana ultraligera que se desmonta para las estaciones cálidas.
Más allá de su técnica, Tor Alva es un centro cultural. Desde finales de mayo está abierto al público, donde los visitantes pueden recorrer una escalera en espiral, explorar salas oscuras y luminosas, hasta llegar a un espacio para conciertos, lecturas, coreografÃas contemporáneas, y más.
Imágenes | Tor Alva/ETH Zurich
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