En el dinámico mundo de la programación, la inteligencia artificial (IA) ocupa un lugar central. Cada vez son más los desarrolladores que emplean sistemas de IA para crear código, solucionar errores o automatizar tareas rutinarias. Con Codex, OpenAI refuerza su presencia en este campo.
Codex es una herramienta, actualmente en fase de vista previa, que actúa como un colaborador virtual. Se basa en el motor codex-1, una variante de o3 optimizada para entender mejor las necesidades actuales del desarrollo. Promete generar código más organizado, seguir instrucciones con precisión, entre otras funcionalidades.
El funcionamiento de Codex
Codex no se limita a sugerir fragmentos de código; es un agente de software que opera en segundo plano desde la nube. Al conectarse a tu cuenta de GitHub, puede acceder a tus repositorios, leer archivos, proponer cambios y realizar tareas como escribir nuevas funciones, corregir errores y ejecutar pruebas.
Actúa de manera autónoma y segura, dentro de un entorno aislado —una especie de máquina virtual en la nube— que simula tu entorno de desarrollo. Esto no solo protege tu sistema, sino que también permite a Codex completar sus tareas sin interferir con tu flujo de trabajo local. Mientras Codex opera, puedes continuar usando tu ordenador de manera habitual.
Interesantemente, Codex no se limita a una sola acción por turno: puede manejar múltiples tareas simultáneamente. Puedes solicitarle que revise cierta parte del código o busque errores en otra sección del proyecto. Cada tarea se procesa de manera independiente y Codex reporta sus avances en tiempo real, permitiendo al usuario mantenerse informado.
La herramienta está diseñada para adaptarse a la forma de trabajar de los desarrolladores. Puede guiarse mediante archivos AGENTS.md especÃficos, un tipo de manual de instrucciones que le indica qué estilo seguir, cómo ejecutar pruebas y qué prácticas respetar dentro del proyecto.
Aún en fase de vista previa, Codex no es un experimento sin experiencia. Los ingenieros de OpenAI llevan meses usándolo en su flujo de trabajo para automatizar tareas repetitivas, renombrar variables, escribir pruebas y generar documentación.
Empresas como Cisco lo están probando para acelerar el desarrollo de ideas, mientras que en Temporal lo emplean para depurar errores, redactar pruebas automatizadas y reorganizar grandes bases de código.
OpenAI recomienda tras las primeras pruebas: asignar tareas claras, lanzarlas en paralelo y experimentar con diferentes peticiones. La clave es encontrar el punto perfecto donde el agente despliegue todo su potencial.
Codex opera remotamente dentro de un entorno controlado. Cada tarea se lleva a cabo en una máquina virtual aislada, sin conexión directa a Internet ni acceso a servicios externos. Solo interactúa con el código y las herramientas preinstaladas que le proporcionas.
OpenAI ha preparado a Codex para identificar y rechazar instrucciones destinadas a crear software dañino como hacking o malware. Sin embargo, este sigue siendo un producto en fase de investigación con áreas por mejorar.
A pesar de ser una IA generativa, y aunque puede cometer errores o malinterpretar ciertas instrucciones, OpenAI planea implementar mejoras progresivas. Esto incluye interactuar con el agente durante las tareas, recibir actualizaciones más detalladas e integrarlo con herramientas de gestión de incidencias.
Para comenzar a usar Codex hoy, debes saber que aún no está disponible para todos. OpenAI ha empezado a desplegar la herramienta entre los suscriptores de planes Pro (200 dólares mensuales), Enterprise y Team. Los usuarios de los planes Plus y Edu podrán acceder «pronto».
Imágenes | OpenAI
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