En una conferencia de prensa, Jesús Cózar, secretario general de UPA Andalucía, afirmó que «los olivareros han dejado de percibir 270 millones de euros en el mes de marzo, más de 8 millones diarios, debido a la actual coyuntura de precios de ruina en origen». Esta declaración generó escepticismo.
Se pensaba que eran cuentas ligeras, pero las cifras podrían ser aún más alarmantes.
Un equipo conformado por investigadores de la Universidad de Jaén, la Universidad de Córdoba y el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera ha revisado el mercado del aceite de oliva y concluyó que Cózar no solo tenía razón, sino que sus cifras eran conservadoras.
¿Qué ocurre en el mercado? El mercado del aceite de oliva funciona como una balanza: el precio final depende de un equilibrio entre varios factores, principalmente las existencias disponibles y la demanda proyectada.
Una escasez de aceite, como la observada en años recientes, hace que los precios suban para equilibrar la demanda con la oferta. Inversamente, un exceso de aceite reduce los precios. Evaluar si el mercado está desbalanceado implica determinar si los precios están por encima o por debajo de lo que sería adecuado.
Un análisis detallado. Tras varias semanas de dudas, el Consejo Provincial del Aceite de Oliva de la Diputación Provincial de Jaén solicitó un informe. El equipo de la UJA/UCO/IFAPA aplicó nuevos modelos informáticos para analizar desequilibrios del mercado.
La investigación determinó que el precio del AOVE en origen debería oscilar entre 5,55 y 6,14 euros/kg. Esta variación se debe a la falta de algunos datos y a que la producción final podría situarse entre 1,29 y 1,5 millones de toneladas.
Impacto económico. Los 270 millones de euros mencionados por el secretario de la UPA andaluza son solo una parte de la historia: las pérdidas reales para los olivareros ascienden a 626 millones de euros.
Desde octubre hasta marzo, el precio promedio en origen ha sido de 4,49€, un euro por debajo del mínimo estimado por el estudio.
¿Qué está sucediendo realmente? Ni siquiera los expertos tienen respuestas claras. Recientemente, Juan Luís Ávila, de COAG, se preguntaba «por qué los precios se mantienen artificialmente bajos». Se está preparando una denuncia ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia para investigar el asunto.
Razones para seguir atentos. Esta situación, en un momento crítico para la industria olivarera tras años de crisis, resalta la vulnerabilidad del mercado, pese a la importancia de España en el sector. Los mecanismos de mercado son fácilmente manipulables.
Incluso cuando se tiene el «control del mercado», no siempre hay herramientas efectivas para gestionarlo o asegurar que todo funciona correctamente.
Imagen | Feri Tasos
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