Roma busca proteger su icónico plato de la avalancha turística con un «pacto carbonara»

La carbonara es un símbolo culinario en Italia y ahora también representa una iniciativa contra el turismo masivo. Con la expectativa de que Roma reciba millones de visitantes motivados por el Jubileo 2025, y que este flujo incremente aún más los costos de servicios como los menús en las trattorias, una asociación de consumidores ha sugerido crear un ‘Pacto Carbonara’. Este acuerdo busca asegurar precios «justos» para los platos.

¿Cuánto? 12 euros.

Una cifra: 35 millones. Roma se presenta como un enorme gigantesco destino turístico, uno de los más prominentes del mundo. Esto no es nuevo. El Ayuntamiento reveló que el año pasado, la ciudad recibió 51,4 millones de visitantes, marcando un récord y reafirmando su título como «la Capital del Turismo». Este atractivo permanente se verá reforzado por el Jubileo 2025, evento que el Ministerio de Turismo de Italia estima atraerá a más de 35 millones de turistas.

¿Qué pasará con los precios? Esta es la cuestión que se planteó Consumerismo No Profit, una asociación de consumidores en Roma. En una carta abierta, su presidente Luigi Gabriele expresó su preocupación sobre cómo el aumento de turistas y peregrinos podría disparar los precios en comercios y restaurantes. Esto es relevante considerando que en marzo, el IPC interanual de alimentos y bebidas no alcohólicas en Italia fue del 2,6%.

«No se puede negar que el incremento de la demanda por el Jubileo podría causar cambios significativos en los precios actuales, algunos ya evidentes, incentivando a las empresas locales a maximizar sus beneficios en 2025», explicó Gabriele en su carta, advirtiendo sobre el posible daño a la imagen de Roma y el impacto en las finanzas de visitantes y residentes.

Objetivo: tarifas «justas» para los platos. Para enfrentar esta situación, la asociación propuso hacia finales de 2024 una mesa redonda con administraciones, consumidores y empresarios. El objetivo era establecer un precio «controlado» o «justo» para ciertos platos emblemáticos de la cocina italiana, como la pasta a la amatriciana y la carbonara, que son altamente demandados por los turistas y, por ende, más susceptibles de encarecimiento en 2025.

«Nuestra propuesta es establecer un ‘precio justo’ para estos platos, en colaboración con asociaciones gremiales, otorgando un distintivo a los locales que se unan a la iniciativa», sugiere Consumerismo No Profit. La propuesta fue bien acogida por el Ayuntamiento, según informó La Repubblica, y ha resultado en lo que se conoce como ‘Pacto Carbonara’, un acuerdo voluntario en el que ciertos establecimientos se comprometen a ofrecer tarifas razonables.

Pero, ¿qué significa «razonable»? Esta es la incógnita. Aunque Consumerismo no profundiza en detalles en su carta ni en su sitio web sobre el ‘Patto della Carbonara’, la prensa ha mencionado repetidamente una cifra: 12 euros, un precio por el cual se podía disfrutar de un plato de pasta carbonara en el centro a finales de 2024, según Corriere della Sera. No se trata de reducir el precio, sino de evitar que se dispare.

«Cobrar más de 11 o 12 euros no es justo para el cliente. Se pierde la esencia de la gastronomía romana y la representación del plato», comenta el dueño de un restaurante en Roma a El País. Según los defensores, preparar una pasta carbonara es relativamente económico, por lo que, considerando los insumos, su costo podría ser de 6,5 euros. A esta cifra se le suman otros gastos, alcanzando un precio justo de 12 euros, que ya incluye «márgenes».

¿Ha funcionado? La teoría es una cosa, y la práctica otra distinta. Aunque Consumerismo se ha comprometido a identificar los locales adheridos al ‘Pacto Carbonara’ e invita a los clientes a denunciar incumplimientos, hay quienes son escépticos respecto a su efectividad. Marina García, periodista en Roma, señaló a El País que el pacto no ha logrado mucho.

«Sirve más para generar debate sobre el turismo que para impactar realmente», comenta. Tras investigar en la ciudad, algunos encontraron que los precios variaban entre 12,5 y 19 euros. Incluso se ha mencionado que, en pocos años, el precio se ha elevado de ocho a 16 euros.

Por ahora, el acuerdo ha contribuido a resaltar el impacto del turismo masivo en la vida cotidiana (y la economía) de los residentes, un debate presente en otras regiones de Italia, como Venecia, y en España también.

Imágenes | Sarah (Flickr) y Pinar Kucuk (Unsplash)