Las tensiones en la órbita baja terrestre parecen haber llegado a su fin. El director de la agencia espacial rusa, Yuri Borisov, ha descartado la idea de abandonar la Estación Espacial Internacional antes del año 2030. En su lugar, colaborará con la NASA en el proceso de desmantelamiento de la estación.
SITUACIÓN ACTUAL. Tras las sanciones por la invasión a Ucrania, Rusia amenazó con retirarse de la Estación Espacial Internacional para centrarse en su propia estación. Inicialmente, fijó un plazo de dos años que culminarÃa en 2024, lo que llevó a la NASA a explorar alternativas para mantener la propulsión del laboratorio orbital, una tarea hasta ahora a cargo de Rusia.
Con el tiempo, Roscosmos aseguró su intención de continuar colaborando con los socios de la ISS hasta 2028, momento en el que preveÃa iniciar operaciones en su nueva estación ROSS. Sin embargo, la realidad ha llevado a Rusia a prolongar su permanencia en la ISS hasta 2030, para asà coordinarse con la NASA en su desmantelamiento.
NUEVA PERSPECTIVA. En una entrevista televisiva, Yuri Borisov, director ejecutivo de Roscosmos, confirmó que Rusia mantendrá su participación en la Estación Espacial Internacional hasta 2030, alineándose con los planes de la NASA. La intención de la NASA es abandonar el gigantesco laboratorio alrededor de ese año y proceder a su desorbitación con la ayuda de una nave especial desarrollada por SpaceX.
A diferencia de Rusia, la NASA opta por fomentar una economÃa comercial a través de varias estaciones espaciales privadas que compartirán la órbita baja con ROSS y la estación china Tiangong. «Planeamos desorbitar la estación a principios de la década de 2030 en coordinación con nuestros colegas estadounidenses», comentó Borisov. “El último escenario se determinará tras la transición de la NASA a una nueva administración».
RAZONES DEL CAMBIO. Hasta que Jared Isaacman tome posiblemente el cargo de administrador de la NASA, Roscosmos ha cambiado su postura debido a problemas presupuestarios: la histórica industria espacial rusa está escasa de fondos para mantener el legado soviético y el balance de poder en el espacio. En este contexto, China ha asumido el rol que alguna vez tuvo Rusia.
Rusia carece del presupuesto necesario para desarrollar un cohete superpesado capaz de llegar a la Luna, lo que le relega a un papel secundario dentro del programa lunar chino. Además, el paÃs no cuenta con una industria privada sólida que pueda emerger como la nueva SpaceX, un punto destacado por Borisov sin aludir directamente a la guerra en Ucrania. El director de Roscosmos señaló que la «situación económica general» y la «alta inflación» son impedimentos para el crecimiento del sector privado en Rusia.
UNA ISS DESGASTADA. La Estación Espacial Internacional, que pronto cumplirá 30 años, presenta signos evidentes de desgaste. En particular, el segmento ruso ha mostrado varias fisuras en el antiguo módulo Zarya, lanzado en 1998. «Nuestros cosmonautas están dedicando más tiempo a reparar equipos y menos a realizar experimentos», lamentó Borisov.
La Estación Espacial Internacional representa uno de los logros de colaboración más significativos en la historia de la humanidad, pero ha llegado el momento de planificar su despedida. Afortunadamente, el consenso entre sus dos principales operadores, Estados Unidos y Rusia, ha permitido establecer un marco temporal para ello.
Imagen | NASA
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