Este domingo 6 de abril, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, declaró que el presidente Donald Trump no planea revertir la reciente política arancelaria hasta evaluar las reacciones de los países afectados por estas medidas.
Bessent rechazó la posibilidad de una recesión debido a los aranceles, destacando que desde su anuncio, cerca de cincuenta países han iniciado conversaciones con la Administración para negociar acuerdos bilaterales.
Durante una entrevista con NBC, Bessent explicó que la implementación de esta política fue el resultado de una reflexión prolongada que se inició en la pandemia de Covid-19. Según el secretario, esta crisis reveló los peligros de depender de suministros extranjeros, especialmente en sectores críticos como los medicamentos, semiconductores y el transporte internacional.
“Esto es un asunto de seguridad nacional”, afirmó Bessent, argumentando que la pandemia impactó las cadenas de suministro globales, lo que impulsó a la administración Trump a buscar la autosuficiencia en sectores estratégicos. Además, el secretario subrayó que los aranceles responden a lo que perciben como conductas negativas de ciertos países en la economía internacional, calificando como “malos actores” a naciones con las que Estados Unidos ha tenido desacuerdos comerciales persistentes.
Bessent aclaró que las negociaciones derivadas de esta política no serán rápidas. “Esperaremos a ver qué se nos ofrece y si lo creemos”, manifestó, indicando que la administración Trump no aceptará concesiones superficiales. “Después de décadas de mal comportamiento, uno no puede hacer borrón y cuenta nueva”, concluyó.
Este enfoque, que refuerza la importancia de negociar a largo plazo, refleja la firmeza y determinación de la administración Trump en sus relaciones comerciales internacionales.
Tras el anuncio de Trump el miércoles, Bessent aconsejó a otros países no escalar la guerra comercial con represalias a los aranceles anunciados.
«Veamos cómo evoluciona esto, porque si se toman represalias, así es cómo se intensifica la guerra,» expresó Bessent en una entrevista con CNN.
El jefe del Tesoro aseguró que los países afectados por los aranceles tienen superávit comercial con Estados Unidos, y que tomar represalias podría perjudicarlos.
“Relájense, respiren hondo, no tomen represalias de inmediato”, aconsejó.
El miércoles, Trump anunció un arancel global base del 10% para todos los países que considera establecen barreras comerciales a productos de EE.UU., añadiendo un arancel extra para los “peores infractores”.
Así, se impusieron aranceles del 34% a las importaciones de China, 20% a la Unión Europea, 24% a Japón, 26% a la India, 17% a Israel, y 10% a la mayoría de los países latinoamericanos.
El arancel mínimo del 10% entró en vigor el sábado 5 de abril, y la parte adicional para cada nación comenzará a aplicarse el día 9.
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