Aún recuerdo claramente la primera vez que vi «Separación». Aunque no me convenció por completo (en mi crÃtica original señalé varias objeciones), reconocà que era una serie magistralmente ejecutada con un concepto que realmente desafiaba la mente. Ahora, tres años después, llega la segunda temporada en Apple TV+ y puedo afirmar que la espera ha merecido la pena.
Desde el inicio, la serie establece una atmósfera intrigante con una escena que reconocerán quienes han seguido los avances de estos nuevos capÃtulos: la cámara nos lleva por los laberÃnticos pasillos de la planta «separada» de Lumon, siguiendo a Mark (Adam Scott) en su regreso al trabajo, con la misión de encontrar a la Sra. Casey (Dichen Lachman). Sin embargo, ella ya no está y su oficina está sellada.
Otros cambios también se hacen evidentes: su antiguo departamento ha sido completamente renovado, con Milchick (Tramell Tillman) como nuevo jefe y una joven (Sarah Bock) como su segunda al mando. Cobel (Patricia Arquette) ha desaparecido. Se le informa que, debido a la pequeña rebelión de los dentris, se ha sentido la necesidad de ajustar la cultura corporativa, siendo ellos el emblema de esa reforma.
El primer episodio se centra totalmente en el regreso de Mark, quien intenta desentrañar el misterio alrededor de su esposa/Sra. Casey mientras reúne a su equipo: Irving (John Turturro), Helly (Britt Lower) y Dylan (Zach Cherry). El segundo episodio aclara algunos de los interrogantes, revelando giros cruciales para los seis episodios que he tenido la oportunidad de ver.
Salve, Kier
Dan Erickson y Ben Stiller, como mentes maestras de la serie, tienen el reto de equilibrar los misterios, ofreciendo respuestas y sorpresas para mantener a los espectadores ansiosos satisfechos. Sin embargo, es una serie que requiere atención al detalle, casi como para verla con una libreta en mano.
La segunda temporada retoma elementos de la primera, asumiendo que recordamos cada detalle, a pesar del tiempo transcurrido. Además, amplÃa la narrativa, otorgando mayor protagonismo a los personajes secundarios y explorando más a fondo figuras como Dylan.
Se expande también el universo de Lumon, reforzando la idea de que su cultura empresarial es casi sectaria. Propone una religión en la que hay que seguir los dictámenes del Supremo Kier, incluso planteando debates sobre el juicio de un dentri y su fueri por separado en el Juicio Final.
La dirección de Stiller, junto con el equipo creativo, explora un estilo lynchiano, lleno de surrealismo, preservando la atmósfera única de «Separación». El tono y la estética, elementos distintivos de la serie, se mantienen intactos.
En términos de narrativa, hay aspectos que no funcionan del todo. Aunque maneja bien el concepto de episodios, no todas las tramas logran el mismo impacto. La densidad de la serie puede hacer que algunos fallos sean más evidentes.
No obstante, este es un pequeño inconveniente dentro de lo que es una temporada brillante. La segunda temporada de «Separación» reafirmará incluso a los más escépticos al perfeccionar aquellos elementos que antes la limitaban. Es un estudio fascinante de la intersección entre negocios y humanidad.
En Espinof | Las series más esperadas de 2025
En Espinof | Las mejores series de ciencia ficción en streaming
Deja una respuesta