El verano ha traÃdo consigo una paradoja en el sector energético europeo. A pesar de que las energÃas renovables están cosechando cifras nunca vistas, como los 45 TWh generados en energÃa solar durante junio en la Unión Europea – un impresionante 22% más que el año anterior -, los europeos se enfrentan a facturas de electricidad que se han duplicado o incluso triplicado. La pregunta es inevitable: si estamos generando tanta energÃa solar, ¿por qué sigue subiendo el precio de la electricidad?
Incremento en la demanda. Las olas de calor que están recorriendo Europa han elevado las temperaturas cercanas a los 40 ºC en paÃses como España, Francia y Alemania. Este calor extremo ha llevado los sistemas de aire acondicionado a su máxima potencia, resultando en un aumento significativo de la demanda eléctrica.
De acuerdo con el informe más reciente de Ember, la demanda diaria de electricidad creció un 14% en España, un 9% en Francia y un 6% en Alemania durante junio. Este incremento en la demanda presiona al alza los precios de la electricidad. Además, el calor ha creado un segundo problema, impactando el suministro de energÃa.
DesafÃos para las centrales térmicas. Las altas temperaturas que impulsan la demanda de aire acondicionado también afectan a las centrales de energÃa tradicionales, especialmente a las nucleares. Estas plantas requieren grandes volúmenes de agua de rÃo para enfriar sus reactores. Cuando la temperatura del agua sube demasiado, su eficacia disminuye, obligando a reducir o incluso detener la producción.
Francia, que depende en gran medida de la energÃa nuclear, ha sido la más afectada, experimentando reducciones en casi todas sus plantas. Sin embargo, no es un problema exclusivo de las nucleares. En Polonia, las centrales de carbón enfrentan dificultades de refrigeración, mientras que en Italia, el sobrecalentamiento de los cables de la red causó apagones el 1 de julio. En momentos de alta demanda, una parte vital de la generación energética no está disponible.
Déficit de almacenamiento solar. Aunque la energÃa solar fotovoltaica es clave en esta crisis, alcanzando picos de 50 GW en Alemania y cubriendo entre el 33% y el 39% de su electricidad, hay un problema al caer la noche. Sin suficiente capacidad de almacenamiento, ya sea en baterÃas o mediante bombeo hidroeléctrico, se necesita recurrir a fuentes fósiles como el gas, elevando los precios.
La producción solar disminuye al atardecer, mientras que la demanda por refrigeración sigue siendo alta. Este desajuste obliga a utilizar centrales de gas para suplir la demanda, lo que lleva a un aumento de precios.
El problema del «spread». La variación diaria de precios, conocida como «spread», ha alcanzado hasta 400 €/MWh en Alemania y 470 €/MWh en Polonia. Esto significa que, aunque se genera mucha energÃa solar, el pico nocturno dispara los precios finales.
Esta situación subraya que no basta con generar energÃa renovable a bajo coste; es esencial gestionarla eficientemente. Se requiere más capacidad de almacenamiento para aprovechar los precios bajos del mediodÃa y venderla a precios más altos por la tarde.
Además, fortalecer las interconexiones europeas es crÃtico. La ola de calor no afectó a toda Europa simultáneamente. Conexiones más robustas permitirÃan distribuir la energÃa de manera más eficiente.
Imagen | AgriSolar Clearinghouse (CC)
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