Midjourney y la demanda de Disney: una potencial revolución en Hollywood

¿Aliada o adversaria? La llegada de las inteligencias artificiales generativas a Hollywood ha generado un gran debate. Estas tecnologías fueron centrales en las demandas de los actores y guionistas durante las recientes huelgas que paralizaron la industria del cine. Sin embargo, la relación entre las productoras y las IAs no es precisamente colaborativa. Por primera vez, dos importantes estudios cinematográficos han iniciado acciones legales contra una empresa de inteligencia artificial.

Detalles de la demanda. Este caso es pionero, aunque es probable que no sea el último. La denuncia acusa a Midjourney de violar los derechos de autor de Disney y NBCUniversal. Se le acusa de dos tipos de infracción: por un lado, realizar acciones reservadas al titular de los derechos sin autorización; por otro, facilitar herramientas para que otros lo hagan. Esta infracción ha ocurrido durante el entrenamiento de su modelo de IA y al generar imágenes que presentan personajes protegidos por derechos de autor.

El contexto de las huelgas. Curiosamente, las mismas productoras que ahora demandan a empresas de IA, anteriormente, experimentaron una fractura interna debido a estas tecnologías. En 2023, el sindicato de guionistas se enfrentó a la Alianza de Productores de Cine y Televisión. A esta protesta también se unieron actores, paralizando Hollywood por seis meses. Los acuerdos alcanzados limitaron el uso de la IA generativa, prohibiendo la creación de guiones sin guionistas o la replicación de actores sin permiso. Sin embargo, se permitía su uso como herramienta para técnicos.

Permisibilidad y restricciones. Las productoras quieren dejar claro su postura hacia las empresas de IA: «La piratería es piratería, aunque la realice una empresa de IA», argumenta el equipo legal de Disney. Este enfoque contrasta con la creencia de que entrenar a las IAs con material protegido podría considerarse legal bajo el concepto de fair use, que en EE.UU. protege, por ejemplo, las parodias. La decisión de esta demanda podría definir el futuro legal de la industria del entretenimiento: ¿Deben responder las imágenes generadas por IA y basadas en obras de Ghibli ante Hayao Miyazaki?

Precedentes legales. Aunque esta acción es significativa por la influencia de los demandantes, no es la primera de su tipo. Anteriormente, han existido otras (como la del New York Times contra Microsoft y OpenAI). Actualmente, existen 42 demandas activas contra empresas de IA. Midjourney es un foco de atención debido a su falta de restricciones en sus prompts. A diferencia de otras plataformas, Midjourney permite, sin restricciones, generar imágenes de personajes como Darth Vader, acumulando demandas de artistas por usar e inspirarse en su trabajo.

Un futuro incierto. Esta demanda tiene un impacto potencialmente devastador para muchas empresas de IA. Si prospera, estas compañías podrían verse obligadas a reiniciar el entrenamiento de sus modelos desde cero. Esto daría a Hollywood la oportunidad de generar ingresos a través de licencias o de crear empresas de IA «legales», como Asteria Film, de Natasha Lyonne y Bryn Mooser, que solo utiliza material oficial y pronto lanzará su primera película. Podríamos estar en una era «salvaje» para las IAs, con sus días contados antes de establecer regulaciones claras.

La influencia tecnológica y Trump. El enfrentamiento podría encontrarse con un obstáculo: las grandes empresas tecnológicas ya han comenzado a asegurarse un marco legal favorable. No solo contaron con el apoyo a Trump de los grandes CEOs durante su toma de posesión, sino que OpenAI envió una propuesta a la Casa Blanca defendiendo el derecho al uso de material licenciado en el entrenamiento de IA. Como resultado, se relajaron algunas leyes de copyright, permitiendo la proliferación de imágenes inspiradas en Ghibli generadas por ChatGPT.

Lo que estamos presenciando no es un simple conflicto, sino una batalla monumental entre dos gigantescos bandos, cada uno con mucho que ganar y dispuestos a invertir millones para asegurar su victoria en este caso.

Proyección futura del conflicto. Este conflicto está en sus primeras etapas. Dependiendo del alcance y éxito de esta demanda, Disney y Universal podrían dirigir su atención hacia otras compañías. Han comenzado con Midjourney, posiblemente por considerarla una opción más vulnerable. Si Midjourney o cualquier otra empresa similar supera el proceso legal, podríamos estar frente a una transformación total: los estudios, tal como los conocemos, podrían dejar de ser los guardianes exclusivos de franquicias y personajes, permitiendo a cualquiera crear su propio contenido licenciado.

Reestructuración de los estudios. Los estudios podrían convertirse en meros licenciatarios de propiedades. Aunque dramático, este cambio no sería del todo inesperado. Actualmente, ya se dedican a explotar propiedades en parques de atracciones y producen secuelas y remakes constantes de las mismas franquicias y personajes. Quizás, estamos ya en el inicio de la reconfiguración de Hollywood como lo conocemos.

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