El presidente Donald Trump continúa firme en su campaña para asegurar que Estados Unidos vuelva a ser un lÃder en la industria de los semiconductores. Durante su campaña electoral, Trump subrayó repetidamente su intención de devolver a Estados Unidos a la cima de este sector, que en décadas pasadas habÃa sido dominado por empresas norteamericanas como Intel, Texas Instruments, IBM y Motorola. Sin embargo, con el tiempo, el control de este mercado se trasladó a Asia.
En la actualidad, TSMC detenta aproximadamente el 60% del mercado global, produciendo chips avanzados para numerosas compañÃas estadounidenses, como Apple, NVIDIA, AMD, Broadcom y Qualcomm. Aunque la empresa taiwanesa tiene plantas en EEUU, como su fábrica en Phoenix (Arizona) destinada a la producción masiva de circuitos de 5 nm, la mayor parte de sus semiconductores provienen de Taiwán.
Trump busca cambiar esta dinámica. El pasado 27 de enero, poco después de asumir nuevamente la presidencia, anunció su intención de imponer aranceles a la producción extranjera de chips, semiconductores y productos farmacéuticos, con el fin de incentivar la fabricación local: «Queremos que regresen de Taiwán a EE.UU. No vamos a darles miles de millones en el programa de Biden. Ya tienen recursos; lo que necesitan es un incentivo. Y ese incentivo será evitar aranceles del 25%, 50% e incluso 100%».
Tensión arancelaria: Posibilidad de aranceles del 100% sigue latente para TSMC
La polémica suscitada por la estrategia arancelaria del gobierno estadounidense ha causado revuelo global durante la última semana. Sin embargo, respecto a los semiconductores y TSMC, Trump no ha cambiado su postura. En un reciente evento del Comité Nacional Republicano, volvió a enfatizar su intención de presionar a TSMC, pese a que planean ampliar su presencia en Arizona con nuevas plantas.
«Si no construyen su planta aquÃ, enfrentarán un gran impuesto. Tal vez del 25%, 50%, 75% o incluso 100%.»
«No di dinero a TSMC. Es una empresa formidable, la más poderosa del mundo en su sector […] Está invirtiendo 200.000 millones de dólares en Arizona para levantar una de las plantas más grandes del mundo, todo sin la ayuda financiera de EE.UU. Simplemente les aclaré: ‘Si no construyen aquÃ, enfrentarán un gran impuesto. Tal vez del 25%, 50%, 75% o incluso 100%«, declaró Trump, adjudicándose el mérito de motivar a TSMC para establecerse en Phoenix, con el objetivo de producir chips de última generación en territorio estadounidense, similares a los que fabrican en Taiwán.
Trump no se molesta en moderar su retórica. Sus declaraciones, tanto las realizadas en enero como recientemente, lanzan una amenaza directa a TSMC. Aunque su primera planta en Phoenix está próxima a producir chips a gran escala, la expansión no se detiene ahÃ. Se prevé que una segunda fábrica comience a operar en 2028, produciendo circuitos integrados en nodos de 3 nm y 2 nm, y una tercera planta estará completamente operativa al final de la década para fabricar chips en el nodo de 2 nm. Además, la infraestructura en Arizona incluirá instalaciones avanzadas para encapsulado de chips y un centro de investigación y desarrollo, lo que hace improbable que TSMC abandone este plan.
Imagen | TSMC
Más información | Reuters
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