Los ordenadores, tarde o temprano, empiezan a mostrar signos de desgaste, y el mÃo no fue la excepción después de años de funcionamiento casi impecable. Todo comenzó con una simple sensación de lentitud que empezó a apoderarse de mi PC con Windows 11.
Al principio, eran sÃntomas sutiles, pero con el tiempo se hicieron realmente molestos. Lo primero que observé fue que, cuando el sistema actualizaba o copiaba archivos en la unidad de almacenamiento, el ordenador prácticamente se paralizaba: se congelaba, no abrÃa más aplicaciones y cualquier operación relacionada con la lectura desde el disco duro quedaba detenida. Lo mismo sucedÃa al instalar programas o juegos.
Inicialmente, pensé que podrÃa ser una actualización del sistema o, quizás, un virus que estaba consumiendo demasiados recursos. Pero tras descartar estas posibilidades, solo me quedaba un sospechoso: la unidad de almacenamiento principal.
El rendimiento del SSD, que habitualmente es sinónimo de velocidad y agilidad, empezaba a degradarse casi de forma invisible. El inicio del sistema tomaba unos segundos más de lo usual, las aplicaciones tardaban más en abrirse y, a veces, el sistema se congelaba al instalar o leer datos del disco. Todo esto se volvió insostenible.
Por suerte, no llegué a sufrir errores que corrompieran archivos o impidieran abrir carpetas, pero en estos tiempos donde la inmediatez es la norma, cualquier pérdida de rendimiento puede ser frustrante. Sin embargo, estos eran solo indicios subjetivos y necesitaba pruebas concretas de que era hora de cambiar el disco.
WINDOWS 11 NIVEL DIOS 17 TRUCOS y FUNCIONES para DOMINARLO
Primera acción: utilizar el sÃmbolo del sistema
Una de las primeras medidas que tomé para verificar si mi sospecha sobre la unidad de almacenamiento era correcta fue acceder al sÃmbolo del sistema con permisos de administrador e ingresar el siguiente comando:
chkdsk
/f C:
Después de analizar la unidad, Windows no encontró problemas que necesitaban solución. Pero yo sabÃa que algo no iba bien, lógico tras los años y el uso intensivo que le habÃa dado.
Un análisis más profundo con CrystalDiskInfo
Para obtener un diagnóstico más preciso, decidà utilizar una herramienta más exhaustiva: el software gratuito CrystalDiskInfo. Este programa, ampliamente reconocido, proporciona una lectura completa de los atributos S.M.A.R.T. del disco.
Después de instalar y ejecutar la aplicación, el diagnóstico fue contundente: la salud del disco estaba por debajo del 40% y el estado se mostraba como «Malo». También se reportaron sectores defectuosos y errores de lectura que no podÃan corregirse por completo. Con esta información clara y confiable, todas mis dudas se resolvieron.
No lo pensé dos veces: adquirà una nueva unidad de almacenamiento y la instalé en mi PC. Fue como darle una segunda juventud al equipo. Al hacer el cambio, quedó claro que habÃa dado en el clavo respecto al problema.
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