Desde abril, la situación comenzaba a complicarse significativamente. Finalmente, Renfe ha decidido poner fin a su incursión en Estados Unidos, un proyecto ambicioso que se cierra con pérdidas millonarias y sin haber logrado que ningún tren recorriera las vÃas.
El ambicioso proyecto. Renfe habÃa planeado desarrollar una lÃnea de alta velocidad de 386 kilómetros entre Dallas y Houston. Este proyecto era visto como una oportunidad única para entrar en el mercado estadounidense, donde hay una notable falta de trenes de alta velocidad que conecten grandes ciudades.
Con Dallas y Houston como dos de los centros económicos más importantes en Estados Unidos, el proyecto parecÃa prometedor. La meta era establecer un tren que alcanzara velocidades de hasta 386 km/h, permitiendo el trayecto entre ambas ciudades en menos de noventa minutos con una parada intermedia.
Una perspectiva diferente. A pesar de que parecerÃa un negocio infalible para los europeos, la realidad en Estados Unidos es distinta. Actualmente, no existe ninguna lÃnea de alta velocidad que conecte grandes ciudades como en Europa o Asia.
En Estados Unidos, la mayor velocidad alcanzada es en un tramo de 32 kilómetros entre Orlando y Miami en Florida, donde se llega a 201 km/h antes de volver a disminuir. Aunque existen varios proyectos en desarrollo, el paÃs sigue sin terrenos fértiles para la alta velocidad.
El adiós final. Después de más de cinco años intentando hacer realidad el proyecto, Renfe ha decidido cerrar Renfe of America, según elEconomista.es. La filial se habÃa creado con la expectativa de que el proyecto generase 5.300 millones de euros antes de 2042.
En abril, Sean Duffy, secretario de Transporte, informó que el apoyo financiero de 63,9 millones de dólares no se entregarÃa, a pesar de estar aprobado, ya que consideró que «la financiación de este proyecto es un desperdicio de los fondos de los contribuyentes y una distracción de la misión principal de Amtrak de mejorar sus servicios deficientes existentes».
Estos fondos eran esenciales para avanzar con el Corredor Ferroviario de Alta Velocidad de Amtrak Texas, donde Renfe tuvo una participación significativa desde 2021.
Implicación creciente. La historia de Renfe en Estados Unidos se remonta a 2018, cuando llegó como asesora del proyecto, compitiendo con firmas como Trenitalia.
El acuerdo inicial requerÃa el compromiso de Renfe por 18 meses con posterior inicio de las obras. A medida que el proyecto se estancaba, en 2021 Renfe incrementó su presencia al abrir una filial en el paÃs, posicionándose como operadora comercial de la lÃnea.
Rechazo a más financiación pública. Sin embargo, el proyecto seguÃa dependiendo de fondos públicos para su construcción, algo que no complació al Departamento de Transportes de EE.UU. Justificaron la retirada de los fondos públicos afirmando que el proyecto, concebido como privado, podrÃa acarrear un gasto de hasta 40.000 millones de dólares al contribuyente.
Finalmente, Renfe ha dado cerrado sus operaciones, reflejando en su balance de 2024 unas pérdidas de 4,5 millones de euros y un deterioro total de las inversiones realizadas durante más de cinco años, informa elEconomista.es.
Foto | Renfe y Aaron Burden
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