«La energÃa es limitada, asà que tengo que eliminar las cosas que más me agotan. ¿Y lo primero? Las citas». Este revelador comentario es de Owen Cao, un joven chino de 22 años, quien se encuentra inmerso en una apretada agenda con sus estudios de posgrado, sesiones de estudio, tareas, actividades de club y otras aficiones. Esta intensa carga de responsabilidades le deja sin tiempo para relaciones personales o pensar en la paternidad, que ya ha descartado por completo, según confesó recientemente a South China Morning Post.
Lo que Cao expresa no es solo una experiencia individual, sino que refleja uno de los desafÃos cruciales que PekÃn enfrenta en su intento por revertir la crisis de natalidad.
DÃas con solo 24 horas. «Muchos dicen que la clave está en gestionar bien el tiempo, pero la verdad es que es imposible abarcar todo», comenta Cao, estudiante de ingenierÃa oceánica. Esta limitación temporal le lleva a no considerar iniciar una relación seria en el futuro cercano.
El caso de Cao no es único. Sus compañeros de piso comparten su visión, reflejando una creciente tendencia entre los jóvenes chinos a evitar la búsqueda de pareja.
De las palabras a las cifras. Los relatos como el de Cao nos ayudan a entender los cambios en la sociedad china, pero también las encuestas amplÃan esta perspectiva. Hace un año, The Guardian informó de una encuesta donde dos tercios de 20.000 entrevistadas, en su mayorÃa jóvenes urbanas, manifestaron un «bajo deseo» de ser madres.
En 2021, un estudio de China Youth Daily realizado entre 14.000 universitarios mostró que casi el 70% estaba soltero, cifra que podrÃa haber aumentado a causa de la polÃtica «Covid Zero». Statista señala que el 69% de jóvenes entre 26 y 22 años estaban solteros en 2021, y el porcentaje sube al 79% para los nacidos entre 2000 y 2003. Un estudio de la Universidad de Zhongnan reveló que cerca del 57% de los estudiantes no estaban interesados en tener citas actualmente.
¿Hacia una «sociedad de solteros»? Con tales cifras, algunos expertos se preguntan si China se dirige a convertirse en una «sociedad de solteros». La preocupación por los datos de matrimonios y nacimientos ha llevado a Xi Jinping a implementar medidas que incluyen incentivos económicos, beneficios fiscales, coberturas sanitarias e, incluso, cursos sobre amor y matrimonio en las universidades, todo con la intención de fomentar los emparejamientos y la natalidad.
Algunas autoridades locales, como las de Lüliang, están ofreciendo incentivos financieros, como los ‘cheques pro boda’ de 1.500 yuanes, para las parejas que contraigan matrimonio por primera vez antes de los 35 años, según reveló Global Times.
Buenas intenciones, malos resultados. A pesar de los esfuerzos para fomentar los matrimonios y la natalidad, los resultados no son alentadores. Las estadÃsticas trimestrales de 2024 aún no han sido publicadas, pero los datos existentes muestran una disminución tanto en nupcias como en nacimientos.
De enero a septiembre, se contabilizaron 4,75 millones de matrimonios, un 16,6% menos que en 2023. En el tercer trimestre, el descenso fue más notorio, con una caÃda superior al 25%, marcando el peor registro de enlaces desde 2008. El pico de 2013 con 13 millones de nuevos matrimonios parece cada vez más lejano, y podrÃa haberse alcanzado un mÃnimo histórico en 2024.
Las cifras de natalidad también reflejan una tendencia negativa, con una clara disminución en la tasa de nacimientos que llevó a la población a reducirse en casi 2,1 millones en 2023, marcando el peor dato registrado.
¿Por qué los jóvenes no se casan ni tienen hijos? Esta es una cuestión compleja. Una revisión de la prensa local e internacional revela que tanto autoridades como expertos están abordando el tema desde diferentes ángulos, incluyendo factores económicos, culturales, sociales y polÃticos.
Tras décadas de «polÃtica del hijo único», que terminó en 2015, Zhen Yexin, experta en demografÃa, destaca que hay una gran disparidad de género en educación más baja, con 474,5 hombres solteros por cada 100 mujeres solteras en áreas rurales. Este panorama cambia en la población urbana y con educación superior, donde la paridad está casi equilibrada.
«No me estresaba tanto antes». La falta de tiempo también es un factor determinante, como lo indica Cao. Los jóvenes enfrentan presiones académicas y laborales cada vez mayores, enfocándose en destacar académicamente en lugar de buscar relaciones personales.
«Apenas tienen tiempo para descansar y mucho menos para pensar en citas», comenta Wu Ruoshi, de 28 años. Recuerda que hace unos años, durante su etapa universitaria, habÃa suficiente tiempo para citas sin afectar su rendimiento académico.
«Por entonces no me estresaba tanto por todo», señala Wu. «Cuando estudiaba en la universidad, sentÃa que tenÃa mucho tiempo libre y que las citas no interferÃan con mis estudios». Ahora, sin embargo, la presión por lograr buenos posgrados es palpable, junto con una oferta de ocio que distrae y una sociedad más abierta a hijos fuera del matrimonio.
«Mentalidad de grupo». «En el pasado, habÃa una fuerte mentalidad de rebaño, y todos se casaban porque los demás lo hacÃan, sin cuestionar realmente el motivo», comenta Yuan Xin, profesor universitario de demografÃa. «Hoy en dÃa, los jóvenes están reevaluando esa perspectiva y les resulta complicado».
La gran cuestión es si las iniciativas planteadas por el gobierno chino, como los cursos de «educación sobre el matrimonio y el amor», podrán revertir las tendencias actuales en matrimonios y natalidad, ya que la crisis de natalidad no solo representa un reto social, sino también un significativo problema económico.
Imágenes | GT#2…Off permanently (Flickr), Kristoffer Trolle (Flickr) y Our World in Data
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