Air Force One es un nombre que resuena con gran fuerza en el ámbito de los transportes aéreos oficiales de Estados Unidos. Este icónico avión presidencial, protagonista de películas y símbolo de poder, está preparado para recibir una renovación que, sorprendentemente, podría ser «gratuita» para Trump.
La razón detrás de esto: según ABC News, el nuevo Air Force One podría ser un regalo de la familia real de Qatar. Aunque Trump no ha desmentido esta información, ha generado polémica en la escena política estadounidense, incluso entre los seguidores del presidente.
Hora de un cambio. El Boeing VC-25, en uso desde hace 35 años, necesita una actualización debido a los crecientes costos de mantenimiento. En 2015, se seleccionó el Boeing 747-8 para ser el nuevo Air Force One.
Conocido como VC-25B, la Fuerza Aérea se asoció con Boeing para adquirir dos aviones 747-8, originalmente destinados a una aerolínea rusa pero nunca entregados. Esta decisión buscaba reducir costos, no sólo en la compra, sino también en la adaptación y creación de un hangar adecuado.
El actual Air Force One
Rechazo de Trump. En 2016, Trump ya había manifestado su desacuerdo con el costo excesivo del programa, estimado en más de 4.000 millones de dólares. Su llamado fue a cancelar el pedido.
El Boeing 747-8, con mejoras tecnológicas y aerodinámicas, es una opción lógica para el nuevo avión presidencial, siendo de fabricación estadounidense. Sin embargo, su entrada en servicio se ha retrasado hasta al menos 2027, debido a diversos inconvenientes.
Es aquí donde la familia real de Qatar podría cambiar el curso de los acontecimientos.
Un regalo de «palacio volador». Con su próximo tour de Estado, Trump podría regresar con un lujoso Boeing 747-8, donado por la familia real de Qatar. Aunque fuentes de la Casa Blanca han confirmado la propuesta, han señalado que no se aceptará durante la visita de Trump.
Desde Qatar han detallado que la oferta está bajo revisión legal y aún no se ha tomado una decisión final.
Reacciones. La política estadounidense ha reaccionado rápidamente, con demócratas cuestionando la propuesta y etiquetándola como una “estafa voladora” o el “regalo más valioso” ofrecido a un presidente.
Se ha señalado que el avión, valuado entre 300 y 400 millones de dólares, podría ser utilizado como un medio de influencia extranjera, mientras que otros critican la idea bajo el marco legal de los emolumentos constitucionales.
Controversia legal y de transparencia. La Administración de Trump asegura que cualquier regalo extranjero se acepta conforme a las leyes, y algunos defienden que no se trata de un soborno, ya que el avión sería entregado al Departamento de Defensa, no directamente a Trump.
Sin embargo, los analistas destacan los obstáculos legales y éticos de aceptar tal donación, que podría ser redirigida a la biblioteca presidencial de Trump, asegurando su uso posterior a su mandato.
Una pesadilla logística. Antes de ponerlo en uso, las Fuerzas Armadas deberán desmantelar y revisar exhaustivamente el avión para garantizar su seguridad e integridad, además de adaptarlo para cumplir con los estrictos requisitos de comunicaciones presidenciales.
Con la discusión aún en marcha y sin resolución oficial por parte del Congreso, el destino del nuevo Air Force One sigue siendo incierto, pero está claro que el desenlace será seguido de cerca por muchos.
Imágenes | Mehmet Mustafa Çelik
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