Los cables submarinos, esenciales tanto para comunicaciones como para energÃa, tienen un papel crucial en la geopolÃtica actual. Un escenario de alta tensión como Taiwán añade una capa extra de complejidad cuando se producen incidentes de corte de estos cables.
Sospechas de sabotaje. En un nuevo incidente en la región, las autoridades taiwanesas han arrestado un barco de carga bajo la sospecha de haber dañado un cable de comunicaciones submarino que conecta la isla principal de Taiwán con el archipiélago de Penghu, situado a unos 30 kilómetros al oeste.
La investigación sigue su curso, pero este episodio se une a una lista de eventos similares que han generado preocupación sobre posibles tácticas de sabotaje marÃtimo, potencialmente instigadas por China o Rusia. El detalle crÃtico: la tripulación del barco está compuesta por ciudadanos chinos.
La detención. Un guardacostas taiwanés identificó que el barco, un carguero deteriorado con múltiples nombres y de financiación china, estaba en la zona cuando se produjo la ruptura del cable. Ou Yu-fei, portavoz de la Guardia Costera, indicó que era la única nave en el área, lo que incrementa la sospecha de su participación.
Se ha informado también que el barco pudo haber utilizado un registro falso y cambiado de nombre, un comportamiento tÃpico de operaciones encubiertas.
Un contexto de incertidumbre. Según el New York Times, el incidente ocurrió ayer a las 3:24 a.m., poco después de que una patrulla taiwanesa instara al barco a retirarse por su proximidad a los cables submarinos. Este hecho ha motivado a las autoridades a considerar la posibilidad de un sabotaje premeditado.
Cables vitales. La ruptura de cables submarinos es siempre grave, pero en Taiwán es particularmente crÃtica. Estos cables son esenciales para su conectividad con sus islas y con el mundo. Aunque pueden dañarse por causas naturales, los incidentes más comunes suelen ser el resultado del arrastre de anclas o redes.
Los patrones recientes han llevado a algunos analistas a sugerir que China y Rusia podrÃan estar empleando el sabotaje como forma de presión en el mar.
Un patrón emergente. Recientemente se ha observado un aumento en incidentes similares. En 2023, un corte en un cable entre Taiwán y las Islas Matsu dejó las comunicaciones interrumpidas durante semanas. A inicios de 2025, un cable digital conectado a varios paÃses fue dañado, posiblemente por una ancla china. También en 2024, dos cables en el mar Báltico fueron cortados, adjudicándose el incidente a un barco de bandera china/rusa.
En respuesta, Taiwán ha intensificado la vigilancia sobre su infraestructura submarina, identificando más de 50 barcos sospechosos, muchos con registros de conveniencia.
La reacción china. China ha acusado a Taiwán de politizar el incidente del cable submarino. Según PekÃn, Taiwán ha exagerado el evento sin pruebas concluyentes, buscando provocar tensiones para obtener beneficios polÃticos.
Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del gobierno chino, minimizó la situación, señalando que los daños en cables submarinos son eventos comunes a nivel mundial. Acusó al Partido Progresista Democrático de Taiwán de manipular la opinión pública sin apoyo real. El gobierno taiwanés rechazó estas afirmaciones, insistiendo en que existen evidencias de un posible sabotaje, especialmente dado que el barco con vÃnculos chinos se encontraba en la zona.
Implicaciones geopolÃticas. Si las sospechas de Taiwán sobre un daño intencional son confirmadas, el incidente podrÃa intensificar las tensiones con China. Taiwán sigue siendo un punto de interés para PekÃn, que lo considera parte de su territorio, incrementando la presión a través de diversas formas de coerción.
La investigación ha sido remitida a los fiscales para un examen más detallado. Mientras tanto, Taiwán refuerza sus medidas de seguridad para prevenir futuras interrupciones. En un entorno donde el control de las redes digitales y la infraestructura crÃtica es clave en la guerra hÃbrida, estos incidentes subrayan que los actores involucrados podrÃan estar explorando medios de desestabilización indirecta.
Imagen | 總統府, Taiwan Coast Guard
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