Luego de las recientes elecciones presidenciales, Elon Musk se ha consolidado como el «primer colega» del presidente Trump. Desde entonces, su proximidad e influencia han sido evidentes, especialmente en proyectos como DOGE. Este nuevo rol no solo impulsa sus empresas, sino que también representa una seria amenaza para sus rivales, siendo Sam Altman el más afectado.
Musk, beneficiado por las elecciones. No hay duda de que, además de Donald Trump, Elon Musk ha sido un gran vencedor en este proceso electoral. Tras invertir 200 millones de dólares en la campaña de Trump, ha visto cómo esa cantidad se ha multiplicado. Tesla ha experimentado un notable crecimiento en su valor de mercado, y SpaceX tiene perspectivas prometedoras gracias a nuevos acuerdos gubernamentales.
Una alianza inquebrantable. Según The Wall Street Journal, Musk ha estado junto a Trump de manera constante en las últimas semanas. Ha pernoctado en la residencia privada de Trump en Mar-a-Lago y ha participado en diversas conferencias presidenciales, como aquellas con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y el CEO de Alphabet, Sundar Pichai.
Altman en el ojo del huracán. La competencia entre Musk y Altman es palpable, y una fuente cercana a la familia de Trump ha afirmado que, tras la reelección y el apoyo manifiesto de Musk, Sam Altman se ha convertido en «persona non grata». Esto podrÃa complicar los planes de OpenAI, enfrentada a xAI, la startup de IA de Musk. Al parecer, Altman ha intentado recurrir a aliados de Trump, pero hasta ahora sus esfuerzos han sido infructuosos, según WSJ.
Otros rivales en la mira. Aunque Altman es uno de los más afectados por esta nueva dinámica, otros gigantes tecnológicos también podrÃan verse perjudicados. La rivalidad con Bill Gates ha escalado, y Musk ha tenido roces con Mark Zuckerberg —proponiéndole incluso una pelea de MMA— y con Jeff Bezos, cuyo proyecto Blue Origin compite con SpaceX.
Preocupaciones para la competencia. La influencia de Musk sobre Trump genera inquietud en diversos sectores. En el ámbito aeroespacial, los potenciales «favores» a SpaceX podrÃan afectar a Boeing o Blue Origin. De igual manera, en el sector automotriz, la decisión de Trump de eliminar subvenciones para vehÃculos eléctricos podrÃa perjudicar más a los competidores de Tesla.
El duelo OpenAI vs xAI. Aparte de Tesla y SpaceX, el ámbito de la inteligencia artificial está bajo especial observación. La reciente petición de Musk para mantener a OpenAI alejada del ánimo de lucro es un claro ejemplo. La regulación, el rol de esta tecnologÃa en el gobierno y la inversión en criptomonedas son áreas donde Musk podrÃa ejercer su influencia.
Un futuro incierto. La victoria de Trump y el nuevo estatus de Musk como aliado clave podrÃan ser problemáticos para sus rivales, aunque el futuro es impredecible. Con el inicio del mandato de Trump el próximo enero, se sabrá si la influencia de Musk perjudicará a sus competidores, especialmente a Sam Altman y OpenAI.
Imágenes | Ministerio de Comunicaciones de Brasil |  Village Global
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