La deforestación es un problema que afecta directamente a muchas regiones del mundo, provocando impactos indirectos a nivel global. A menudo escuchamos noticias sobre la rápida desaparición de las selvas, pero ocasionalmente aparecen estudios que nos otorgan un atisbo de esperanza.
El más reciente de estos estudios proviene de análisis realizados mediante imágenes satelitales.
215 millones de hectáreas. Un estudio basado en datos satelitales ha estimado que aproximadamente 215 millones de hectáreas de tierras tropicales en todo el mundo tienen el potencial de regenerar su vegetación de forma natural. Esta área supera el tamaño de México y es equivalente a la mitad del territorio de la Unión Europea.
Esta oportunidad representa un potencial inmenso para reducir la acumulación de gases de efecto invernadero: la masa forestal recuperada podría almacenar hasta 23,4 gigatoneladas de carbono, según cálculos del equipo detrás del estudio. Este proceso no solo impactaría el clima, sino que también aumentaría la biodiversidad y resolvería otros problemas, como mejorar la calidad del agua, señala el equipo investigador.
“Plantar árboles en paisajes degradados puede ser costoso. Aprovechando las técnicas de regeneración natural, los países pueden lograr sus objetivos de restauración de manera más económica,” explicó Brooke Williams, coautora del estudio, en un comunicado de prensa.
Mapeo de la reforestación. El estudio generó un mapa que ilustra el potencial de reforestación en las regiones tropicales, con una resolución de 30 kilómetros. El mapa muestra que cinco países concentran más de la mitad (52%) de las áreas con “alto potencial” para reforestación: Brasil, México, Indonesia, China y Colombia.
Desde la órbita. Para elaborar este mapa, el equipo analizó imágenes satelitales de pequeñas áreas donde la vegetación había surgido. Estudiaron fotos tomadas entre 2000 y 2012, y las compararon con observaciones de 2015 para verificar si el crecimiento vegetal era sostenible a largo plazo.
Utilizaron herramientas de aprendizaje automático (machine learning) para identificar y excluir las áreas reforestadas artificialmente, permitiendo que el estudio se focalizara en el crecimiento natural. Esta información se combinó con diversas mediciones: calidad del suelo, pendiente del terreno, densidad de población y carreteras, entre otros factores ambientales y socioeconómicos.
Factores claves. Identificar las condiciones presentes en áreas reforestadas durante ese periodo permitió al equipo estimar el potencial de regeneración natural de terrenos deforestados. Descubrieron que los factores más influyentes para la reforestación incluyen la proximidad a un bosque, su densidad y el contenido de carbono del suelo.
Los detalles del estudio se publicaron en un artículo en la revista Nature.
De lo posible a lo real. Los hallazgos del estudio generan esperanza, pero la concreción de esta recuperación depende del manejo humano. No basta con permitir que la vegetación crezca en cifras netas: si uno de los factores clave para la regeneración es la cercanía a bosques, protegerlos se vuelve esencial.
El estudio aborda la reforestación natural específicamente. Conocer estas áreas propensas a regenerarse puede guiar la intervención humana, ya sea plantando nuevos árboles o protegiendo zonas vulnerables.
Imagen | David Riaño Cortés
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