En agosto, la economÃa japonesa fue sacudida por una señal inusual: el elevado coste de cocinar su plato estrella, el donburi. Este arroz al curry, junto a sus variantes, es un Ãcono culinario en Japón. Por eso, la historia que hoy relatamos ha capturado la atención del paÃs. Un hombre, tras probar un donburi en una cadena, ha hecho de este plato su única dieta desde entonces.
Todo comenzó con un Gyudon. La historia gira en torno a un gyudon, un tazón de carne de res, un emblema de la cocina japonesa. Este plato, reconocido por su delicioso sabor y simplicidad, combina carne de res estofada con cebolla en una mezcla de soja, azúcar y mirin, servida sobre arroz blanco. Su valor no solo está en su fácil preparación y costo asequible, sino en su profundo simbolismo cultural.
Más allá de su conveniencia, su capacidad de adaptación al estilo de vida moderno lo ha posicionado como una alternativa rápida y balanceada frente a opciones menos saludables. El gyudon es la esencia de la simplicidad y armonÃa de la gastronomÃa japonesa, convirtiéndolo en un plato reconfortante y profundamente representativo de la cultura culinaria de Japón.
Un Gyudon por favor. En 2019, Manarisu, un japonés de 31 años, entró a un restaurante Sukiya y solicitó un gyudon. Desde esa mañana, ha continuado comiendo allà diariamente, convirtiendo lo que inicialmente fue una ocasión especial en un hábito de más de cinco años y 1.800 dÃas.
Inicialmente, su intención era aprovechar una promoción que le permitÃa ganar una Nintendo Switch. Sin embargo, con el tiempo, se estableció como un cliente constante y también se convirtió en embajador oficial de Mercari, la plataforma detrás de la promoción, y del propio gyudon, impulsando sus valores culinarios.
Variedad en el menú. Sukiya no solo es famoso por su gyudon, sino que ofrece una variedad de platos como curry, sukiyaki y especialidades de temporada, como unagi. Esta diversidad ha ayudado a Manarisu a mantener el interés, aunque admite que a veces se cansa del arroz. Su preferido es el maguro tataki (atún crudo picado), que describe como «fresco y delicioso».
Impacto en la salud. La gran pregunta es: ¿es saludable esta dieta? Sorprendentemente, su salud no se ha visto comprometida, sino todo lo contrario. Durante los primeros tres años, Manarisu incluso perdió peso combinando el menú con ejercicio regular.
Ha compartido pruebas médicas que demuestran que no ha habido cambios adversos en su salud. Aunque ha ganado 10 kilos, atribuye este aumento más al consumo de alcohol que a las comidas en Sukiya. Manarisu documenta su rutina alimentaria en redes sociales, lo que ha captado la atención de muchos por su disciplina.
Un análisis del donburi. El caso de Manarisu demuestra que una dieta basada en gyudon, generalmente sin frituras y con porciones de verduras, puede ser más saludable que otras opciones rápidas. Esto recuerda a un estudio realizado hace años donde los participantes comieron gyudon diariamente por tres meses, sin afectar su salud.
Ese estudio, realizado por Yoshinoya junto a la Universidad Doshisha, demostró que comer su gyudon diariamente durante tres meses no alteró significativamente el peso, grasa corporal, presión arterial o niveles de azúcar y colesterol de los participantes.
Conclusiones del estudio. Los investigadores concluyeron que el gyudon de Yoshinoya es nutricionalmente equilibrado, con cebolla estofada y verduras, sin frituras, y porciones moderadas de 135 gramos que limitan su impacto calórico.
El estudio sugerido muestra que comer gyudon diariamente, moderadamente, no tiene efectos negativos en la salud. Manarisu, con su más de tres años de consumo, es un testimonio viviente de que, al menos para él, es una dieta relativamente saludable.
Un ejemplo de dedicación. La historia de Manarisu ha ganado popularidad por resaltar el valor de un plato nacional. Sin planes de detener su singular dieta, planea alcanzar los 2.000 dÃas consecutivos comiendo en Sukiya, consolidándose como un ejemplo de compromiso inusual con un estilo de vida alimenticio poco convencional.
Imagen | Manarisu
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