Si la historia de Nigel Richards se llevara al cine, parecerÃa tan increÃble que probablemente saldrÃas del teatro refunfuñando sobre su falta de realismo. Y es comprensible, porque la trayectoria de Richards desafÃa toda lógica. Nacido en Nueva Zelanda hace 56 años, hoy recorre el mundo humillando a hablantes nativos de español, inglés y francés en el juego de Scrabble, que depende en gran medida del dominio del vocabulario.
Si se menciona de forma básica, puede no parecer impresionante, pero Richards no habla español ni francés. Su éxito frente a hablantes nativos se debe a su memoria extraordinaria y habilidades tan asombrosas que muchos ya lo consideran «el mejor jugador de Scrabble de la historia». Y recientemente, demostró esto en Granada.
El Favorito Más Inesperado. Algunos juegos de mesa trascienden su función como simple entretenimiento, y el Scrabble es un excelente ejemplo. Con una historia de casi 80 años, el juego tiene una comunidad global de entusiastas. Tan vasta es esta comunidad que existen asociaciones de jugadores, competiciones de alto nivel y campeonatos mundiales como el que se celebró en noviembre en Granada, donde 170 competidores demostraron quién es el maestro en formar palabras en español.
Los participantes vinieron de más de veinte paÃses. Y no todos eran de habla hispana. Incluso antes de que comenzara el torneo, se señalaba a Nigel Richards, un neozelandés, como uno de los favoritos, a pesar de que, según la agencia EFE, no hablaba nada de castellano. ¿Sorprendente? Sà y no. En 2015, Richards ya habÃa logrado una hazaña similar en el mundo del Scrabble en francés. Tampoco hablaba la lengua local entonces, pero eso no le impidió dominar a sus rivales francófonos.
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Ocho letras: R.i.c.h.a.r.d.s. Tal como lo pronosticó La Didáctica Scrabble Atriles, las expectativas de noviembre se cumplieron y Richards se coronó en primer lugar. Esto dejó atónitos no tanto a los aficionados de Scrabble, quienes ya lo consideran una leyenda, sino a quienes no están familiarizados con el juego. BenjamÃn Olaizola, subcampeón, comentó a la cadena SER: «Estamos hablando de alguien con habilidades muy especiales, increÃbles, es un prodigio».
«Estamos hablando de un neozelandés que ganó múltiples campeonatos en inglés y que triunfó en los campeonatos en francés y español después de retirarse», explicó. Su historia es tan sorprendente que incluso ha llevado al mundial de Scrabble a los titulares de medios como El PaÃs y diarios deportivos como Marca y As. Este último incluso lo denominó como «el GOAT» del juego, un acrónimo de ‘Greatest of All Time’.
Pero… ¿Cómo lo Ha Hecho? El hecho de que la SER haya hablado con Olaizola y no con Richards no es casualidad. El nombre de Richards aparece en muchos otros medios españoles, pero ninguno ha logrado obtener (paradójicamente en un juego de palabras) ni una sola declaración del campeón en español. La razón es simple: Richards es experto en formar palabras, pero quienes lo conocen dicen que es alguien muy reservado. Cortés, educado, pero parco en palabras. Tampoco suele conceder entrevistas.
Por eso solo tenemos fragmentos de información sobre él y su técnica. También hay historias que bordean lo mitológico. Por ejemplo, se dice que en 2015, cuando decidió ganar el tÃtulo francés sin hablar el idioma, adoptó una estrategia peculiar, accesible solo para memorias prodigiosas como la suya. Tomó un diccionario y pasó nueve semanas memorizando palabra por palabra para luego formarlas en el tablero. Según EFE, a finales de año, para lograr una victoria similar en Córdoba sin hablar español, necesitarÃa memorizar los 690,000 términos permitidos.
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Un Palmarés Imbatible. Independientemente del conocimiento de los idiomas con los que compite, lo que es innegable es que Richards tiene un talento innato para el Scrabble. Su perfil en WESPA, la World English Language Scrabble Players Association, muestra un impresionante porcentaje de victorias del 76%. En todos los torneos oficiales en los que ha competido, el número de victorias supera por mucho al de derrotas.
Gracias a estos resultados, ha sido campeón mundial en varias ocasiones y ha sumado numerosos tÃtulos nacionales y en otras competiciones. «Solo mencionar su nombre me hace sentir un cosquilleo porque es un fenómeno», comentó a RFI Eric Salvador Tchouyo, otro destacado campeón de Scrabble.
«Creo que su caso serÃa un excelente tema de tesis para estudiantes de doctorado en medicina, ya que es incomprensible que alguien pueda tener tal capacidad de memorización en un idioma que no habla. Y hablo de él con admiración porque es una persona excepcional».
Ampliando la Leyenda. Que alguien gane un juego que consiste en formar palabras sin conocer el idioma y compitiendo contra los mejores en su lengua materna es asombroso. Pero Richards añade otro misterio a su historia: su personalidad reservada. Se sabe poco de él. Muy poco.
En 2018, tras ganar el campeonato mundial en la versión inglesa, El PaÃs le dedicó un perfil que revela algunos datos biográficos, que solo aumentan su halo de misterio.
Sabemos que Richards es de Christchurch, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Comenzó a interesarse por el Scrabble a los 28 años y luego se mudó a Malasia por trabajo. Además, disfruta de andar en bicicleta. Otra historia fascinante es que en 1997, para su primer torneo en Nueva Zelanda, recorrió 14 horas en bicicleta para llegar y competir, ganando pese al cansancio.
«No Estaba Interesado en las Palabras». Algunas pistas sobre Richards nos las ha dado su madre, aumentando aún más el misterio. Hace años reveló a la prensa que cuando jugaba de niño «no estaba interesado en las palabras». Le atraÃan los números. «Todo lo relacionaba con números. Era normal. Nigel era Nigel», relató su madre, quien agregó que el joven no sobresalÃa en ortografÃa ni en inglés.
Su madre le habÃa dicho: ‘Conozco un juego en el que no serás muy bueno porque no puedes deletrear bien y no eras bueno en inglés en la escuela’. Se equivocó por completo. Quizás de joven no le interesaban las palabras, pero su extraordinaria memoria y habilidad con los números hicieron lo demás.
Imágenes | Wikipedia y Eljay (Flickr)
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