Recientemente, un juzgado en Barcelona ha decidido no paralizar la publicación de ‘El odio’, un libro centrado en el asesino José Bretón, que ha generado una controversia debido al delicado equilibrio entre el derecho a la dignidad de las vÃctimas y la libertad de prensa. En una democracia, este derecho es casi sacrosanto, con contadas excepciones. El único caso registrado de un libro prohibido en España bajo un régimen democrático es un cómic, una obra de sátira áspera y cruda que aún hoy provoca incomodidad.
LÃneas rojas cruzadas. ‘Hitler=SS’, creado por el dibujante Vuillemin junto al guionista Gourio, marcó un precedente en la historia editorial del paÃs. Originalmente publicado por la revista satÃrica francesa ‘Hara-Kiri’, antecedente de ‘Charlie Hebdo’, en 1987, este cómic aborda el tema del exterminio judÃo en los campos de concentración con un trazo ferozmente antagónico. La obra no busca hacer concesiones, retratando a nazis y judÃos de manera despiadada y provocativa, en un estilo que es decididamente punk y underground.
Prohibido en Francia. Desde su lanzamiento en Francia, el cómic fue objeto de controversia, siendo secuestrada su distribución por órdenes del ministro de Interior. Asociaciones judÃas manifestaron su descontento y el álbum enfrentó tres demandas judiciales, de las cuales perdió dos. En 1989, los autores fueron multados simbólicamente con un franco, y la reedición del cómic fue prohibida en Francia.
Prohibido en España. En el ámbito nacional, la editorial Makoki fue quien publicó el cómic, conocida entre los aficionados al cómic underground español. Dos asociaciones judÃas, B’nai B’rith y Amicale de Mauthausen, presentaron una demanda alegando que ‘Hitler=SS’ violaba la dignidad de los prisioneros y atacaba al judaÃsmo. En 1995, el Tribunal Constitucional prohibió la obra por considerar que su intención era humillar a los judÃos. Como resultado, se destruyeron las planchas y ejemplares del álbum, y el editor fue condenado a un mes de arresto y a pagar una multa de 100,000 pesetas.
La sentencia. En su fallo, el Tribunal Constitucional de España destacó que cada viñeta del cómic transmitÃa un mensaje ofensivo, ajeno al buen gusto, y reflejaba un concepto peyorativo de los judÃos basado en caracterÃsticas étnicas y creencias religiosas. La actitud se consideró contraria a los valores constitucionalmente protegidos en el paÃs.
Particularmente, se consideró que el cómic estaba dirigido a menores, quienes debÃan ser protegidos de una obra que buscaba «deliberadamente y sin escrúpulo alguno la vilipendia del pueblo judÃo». Esta percepción ignoraba el fenómeno del cómic para adultos, ya consolidado en España desde hacÃa décadas.
Libros confiscados. Aunque ‘Hitler=SS’ sigue siendo un caso único de un cómic prohibido en democracia, otros libros han sido temporalmente confiscados en espera de decisiones judiciales, o retirados definitivamente sin que su contenido se considere ilegal. Aquà algunos ejemplos:
- En 2018, un tribunal en Collado Villalba suspendió temporalmente la distribución del libro Fariña de Nacho Carretero tras una demanda del exalcalde de O Grove, que alegaba vulneración a su honor. Finalmente, Carretero fue absuelto y las ventas del libro se incrementaron.
- Luque Estudios Históricos: En 1991, un libro sobre la Guerra Civil editado por el Ayuntamiento de Luque fue confiscado tras una demanda por aparecer en él un pariente de un particular como autor de un asesinato.
- Aquellos años: En 1993, un juez en Murcia ordenó la confiscación de este libro del ex secretario general de la Presidencia del Gobierno, Julio Feo, a petición de MarÃa José Alemán.
- ¿Qué pasó en Alcà sser?: Un libro que cuestionaba la resolución oficial del caso Alcà sser fue retirado tras una demanda por vulnerar la intimidad de las vÃctimas.
- OT, la cara oculta: En 2005, ejemplares de este libro sobre un famoso talent show fueron retirados a petición de la productora Gestmusic.
- Yo también sé jugarme la boca. Sabina en carne viva: La publicación de esta biografÃa de 2006 fue suspendida debido a un conflicto legal sobre los derechos del libro.
Estos casos evidencian que la censura editorial, aunque rara en democracia, aún ocurre. En ocasiones, las editoriales optan por retirar publicaciones para evitar complicados litigios legales. Tal fue el caso de ‘El jueves’ en 2007, cuando las caricaturas de la familia real provocaron un secuestro preventivo de la revista.
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