El pequeño barrio pesquero de Bocacangrejo, perteneciente al municipio de El Rosario y ubicado a apenas 20 minutos de Santa Cruz de Tenerife, se alza a lo largo de la costa con sus casas bajas y callejuelas. Antes desconocido, ahora es un claro ejemplo de cómo la afluencia turística puede alterar la rutina diaria de una comunidad.
Bocacangrejo perdió su esencia ante la avalancha turística.
Literalmente.
Un photocall sin precedentes. En este rincón del suroeste de Tenerife, uno de los núcleos de El Rosario, viven menos de 400 personas. Pero si buscas en redes sociales como X, TikTok o Instagram, te encontrarás con un fenómeno sorprendente: sus paredes y casas blancas adornadas con corazones de vibrantes colores. Las mismas imágenes aparecen en sitios turísticos como Booking, Airbnb o Tripadvisor.
❤️🩹 El pintoresco pueblo costero de Bocacangrejo, en Tenerife, se ha convertido en un atractivo turístico gracias a su vecino y artista, Rafa. Aunque ha reavivado el interés en un lugar antes olvidado, la situación plantea problemas de acceso y estacionamiento. ¿Debería priorizarse a los residentes frente al turismo? #bocacangrejo #viajarporespaña
♬ sonido original – Carlo Cuñado
¿El responsable? Todo comenzó con Rafael Marichal, ‘Rafa’, un vecino de 73 años que, en 2021, decidió plasmar su creatividad sobre el entorno costero con una explosión de corazones coloridos. Paseos, muros, escaleras, todo terminó cubierto de estas vibrantes formas, bautizando al barrio como «el de los corazones». Esto atrajo a visitantes que no tardaron en compartir sus fotos en redes, aumentando aún más el flujo de turistas.
Un fenómeno incontrolable. Convirtiéndose en una galería al aire libre, Bocacangrejo atrajo a curiosos de toda España y más allá. Sin embargo, el creciente interés empezó a traer problemas evidentes de congestión vehicular y descontento entre los habitantes locales por el continuo paso de visitantes y turistas.
«Ya no hay tranquilidad». Alfonso, un vecino de toda la vida, comentó que el auge de corazones comenzó como un pasatiempo de Rafa, pero ahora ha transformado el barrio en una atracción masiva. La afluencia de coches y la basura dejada por los visitantes eran algunas de las preocupaciones destacadas por otros residentes.
La situación se volvió insostenible cuando, además del tráfico de turistas, surgieron alojamientos ilegales que crecían en número. El alcalde de El Rosario, Escolástico Gil, apuntaba que el lugar estaba completamente abarrotado.
Fin de una era: Adiós a los corazones. Ante la creciente polémica, los corazones fueron vandalizados y Rafa, el artista, tomó la drástica decisión de borrar su obra. Con pintura gris para el suelo y blanca para las paredes, eliminó su colorido arte.
«Desilusión». A pesar de la vuelta a su estado original, las marcas de los corazones aún eran visibles bajo la nueva capa de pintura, decepcionando a quienes buscaban el famoso arte. El pueblo, después de la emoción turística, vuelve a ser simplemente Bocacangrejo.
Imágenes | Booking y Google Maps
Fuente | Trendencias
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