Un Arma de Dos Cañones Con Solo Uno Apuntando al Enemigo

En las vísperas de la Primera Guerra Mundial, el nombre del comandante Cleland Davis, perteneciente a la Armada de los Estados Unidos, comenzó a tomar relevancia en los círculos militares debido a su ingenio al desarrollar un arma que llevaría su apellido. El diseño de Davis consistía en colocar dos cañones consecutivos, con el primero orientado hacia atrás y cargado con balas de plomo y grasa del mismo peso que el proyectil del cañón delantero, funcionando como un sistema de contrapeso.

En Ucrania han evocado su legado.

Drones con cañones Davis. Cerca de Bajmut, el 2.º Batallón Motorizado de la 30.ª Brigada Mecanizada de Ucrania ha puesto en marcha un sistema de defensa aérea innovador: drones equipados con escopetas de doble cañón, capaces de derribar otros drones hostiles en vuelo.

El diseño, inspirado en el arma de Davis, se observa en una serie de vídeos compartidos por la unidad, que muestran cómo estas plataformas interceptan y derriban drones rusos, especialmente los DJI Mavic, usados habitualmente para tareas de reconocimiento o bombardeo. Este fenómeno es parte de una extensa colección documentada de combates aéreos entre drones, evidenciando la rápida evolución de la guerra tecnológica en el conflicto ucraniano, esta vez con un toque del pasado.

El cañón Davis

Tecnología de la IGM. Como mencionamos, el diseño de estas armas, basado en la idea de cañones sin retroceso de Cleland Davis de 1910, permite que los drones disparen desde un extremo mientras un cañón opuesto estabiliza la plataforma al neutralizar el retroceso.

Su efectividad proviene de la dispersión de perdigones más que de la precisión, convirtiéndolas en una solución ideal para derribar drones comerciales como los Mavic y luego apropiarse de ellos. Aunque estos drones carecen de mecanismos de recarga automática, están demostrando ser un recurso valiosísimo en la guerra aérea de desgaste que se libra a baja altura en el Donbás.

Improvisación y descentralización. Como hemos mencionado anteriormente, el conflicto en Ucrania ha impulsado importantes avances en el desarrollo de drones de combate. La innovación en este caso no es exclusiva del 2.º Batallón, ya que otras unidades, como la Brigada Presidencial de Ucrania y grupos civiles como LesiaUA, han comenzado a desarrollar prototipos similares desde finales de 2024.

De la misma manera, fabricantes rusos ya habían experimentado con drones armados con cañones, aunque generalmente en versiones simples de doble dirección. Esta dinámica de adaptación y contra-adaptación ha engendrado una verdadera carrera armamentística improvisada, promovida por la descentralización y flexibilidad de la industria ucraniana de drones, donde soldados, voluntarios y pequeñas empresas participan activamente en el diseño, prueba y mejora constante de modelos.

Estrategias y una pregunta. La utilización de estas plataformas no solo destaca la capacidad ucraniana para desarrollar soluciones eficientes con tecnología de fácil acceso, sino que también evidencia una debilidad entre las grandes potencias, particularmente la OTAN.

Mientras que Occidente se ha enfocado en crear armamento sofisticado y costoso, Ucrania demuestra una vez más que los sistemas relativamente simples y económicos, como las escopetas montadas en drones, pueden ser decisivos en batallas asimétricas. Esta lección ha generado preocupación entre los analistas, quienes advierten que la superioridad tecnológica no siempre garantiza efectividad frente a tácticas adaptativas y soluciones ingeniosas surgidas directamente del campo de batalla.

Incluso de la Primera Guerra Mundial.

Imagen | Sandia Labs, Batallón Motorizado de Ucrania, Archivos Nacionales y Administración de Registros de EE.UU.