La gastronomÃa trasciende la simple degustación, contando historias centenarias de ingenio y adaptación. Platos emblemáticos como las torrijas, lasaña o el sushi han sido testigos de épocas pasadas. Sin embargo, pocos alcanzan el estatus de tesoro nacional, un lugar reservado para joyas culturales como la Piedra con Forma de Carne de China, que cautiva a cientos en el Museo Nacional del Palacio de Taipei.
Su Dongpo. Este nombre no solo es sinónimo de arte y poesÃa, sino también de un plato icónico de la cocina china. El cerdo Dongpo, originario de Hangzhou durante la dinastÃa Song, nació de un excedente de panceta que Su Dongpo, un polÃmata desterrado, cocinó con vino Shaoxing y salsa de soja, regalando un verdadero manjar a sus vecinos.
La leyenda detalla que su invención fue accidental, resultado de un descuido mientras jugaba un juego de mesa. La cocción prolongada transformó la panceta en una delicia tierna, una historia que, aunque variada, siempre resalta el ingenio culinario.
Cerdo. Convertido en un clásico, el cerdo Dongpo ha permanecido casi un milenio en la mesa china. La preparación exige una panceta de cinco centÃmetros, con capas equilibradas de carne y grasa, y un braseado pausado con salsa de soja y vino fermentado, logrando un bocado suave y aromático.
DinastÃa Qing. En el auge cultural del siglo XVIII bajo la dinastÃa Qing, se alcanzó un esplendor artÃstico notable. Los emperadores actuaron como mecenas y, en este contexto, nació una singular obra en homenaje al cerdo Dongpo.
Piedra con Forma de Carne. Esta impresionante escultura, hecha de jaspe veteado, presenta un realismo asombroso: las venas imitan la grasa y carne, los poros evocados en su textura, todo creando una ilusión perfecta de carne marinada.
Uno de los Tres Tesoros. La habilidad del artesano es tal que la Piedra con Forma de Carne es una pieza central en el Museo Nacional del Palacio de Taipei. Reconocida a nivel mundial, comparte su prestigioso estatus con la Col de Jade y el Mao Gong Ding.
La historia aquà presentada unifica la tradición culinaria, el arte y la historia, en una muestra del legado cultural que perdura gracias al talento de los artesanos de la dinastÃa Qing, aunque su creador permanezca anónimo.
Imágenes | Chainwit, National Palace Museum, Sjschen
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