Valencia: De urbanización desierta a campo de batalla de ‘Call of Duty’

El estallido de la burbuja inmobiliaria ha dejado huellas por todo el país, pero al menos en un rincón de Valencia, ha dado lugar a una sorprendente transformación. Desiertas de vida, estas zonas residenciales abandonadas se han convertido en el escenario perfecto para los entusiastas del airsoft, un juego que recrea combates tácticos semejantes a ‘Call of Duty’ pero llevados al mundo real.

¿Qué es el Airsoft? Este deporte recrea enfrentamientos tácticos usando réplicas realistas de armas de fuego, que disparan pequeñas bolas de plástico sin riesgo físico. Más allá de su aspecto inofensivo, el objetivo es completar misiones o derrotar al equipo contrario. Esta actividad ha evolucionado con el tiempo, diversificándose desde recreaciones de batallas históricas hasta simulaciones de conflictos modernos al estilo ‘Call of Duty’.

El curioso vínculo entre el Airsoft y la crisis inmobiliaria. Se practica en espacios cerrados, desde instalaciones diseñadas hasta lugares abiertos bajo control. A menudo, las partidas se desarrollan en áreas industriales abandonadas o pueblos despoblados. Sin embargo, estos escenarios requieren regulaciones específicas, como la delimitación del área de juego y permisos del propietario. De ahí que sitios como Siete Aguas sean un auténtico tesoro para los jugadores.

¿Qué es Siete Aguas? Ubicado a 54 kilómetros de Valencia, Siete Aguas es un pequeño municipio rodeado por montañas. Aunque históricamente relevante, su principal atractivo para el airsoft reside en una urbanización sin terminar, parada en 2007 por la crisis inmobiliaria. De los ambiciosos planes que incluían 684 chalés y otras infraestructuras, solo se levantaron unas 50. Este lugar, junto con la aldea vecina de El Reatillo, sigue siendo un espacio inexplorado para el airsoft.

Practicando Airsoft de manera legal. La asociación Plairsoft llegó a un acuerdo con los propietarios para alquilar el área con fines deportivos, evitando así ocupaciones ilegales y vandalismo. Este convenio también incluye medidas de seguridad y vigilancia por parte del propietario. Además, Siete Aguas ve un impulso económico con la llegada de jugadores, sumado a la variedad de otras actividades como el montañismo, la equitación, el mountain bike, el parapente y el senderismo.

Un parque temático zombi en la realidad. Como señala Rubén Márquez de 3DJuegos, esta reutilización recuerda un intento similar en Detroit, donde se propuso convertir barrios abandonados en un parque temático zombi. Aunque esa idea no prosiguió, es difícil no hacer la conexión al ver a entusiastas del airsoft en un ambiente que parece listo para habitarse, con casas exteriormente completas. Un parque zombi, donde las armas son inofensivas.

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