Quizás alguna vez te has visto atrapado en la búsqueda de una solución sin poder encontrarla, sin importar cuánto te esfuerces. Y de repente, en otro momento, ¡boom! Aparece una solución brillante y creativa. Felicidades, has experimentado un «momento Eureka».
Aún no se comprende totalmente qué procesos cerebrales desencadenan ese momento de creatividad espontánea. Sin embargo, un grupo de neurocientÃficos de la Universidad de Hamburgo sugieren que el sueño ligero, conocido como N2, puede ser el responsable. Y para alcanzarlo, nada mejor que una corta siesta.
La conexión entre el sueño N2 y la creatividad
En la revista PLOS Biology, se ha publicado un estudio que indica que una siesta ligera puede ser clave para liberar la creatividad y mejorar la capacidad de resolver problemas complicados.
Este hallazgo destaca por su simplicidad y subraya la importancia de dormir una siesta, ya que este descanso breve puede activar mecanismos que promueven la formación de conexiones neuronales y el procesamiento de conceptos abstractos.
El estudio involucró a 90 jóvenes voluntarios. A cada participante se le presentó una tarea sencilla sin revelar que habÃa un método más fácil para resolverla, lo cual debÃan descubrir independientemente.
Después de cuatro pruebas, se invitó a los participantes a dormir una siesta de 20 minutos mientras se monitoreaba su actividad cerebral. Los resultados mostraron mejoras en el rendimiento post-siesta, siendo la fase de sueño alcanzada el factor determinante.
Un 85,7% de los que alcanzaron la fase N2 del sueño (ligero) desentrañaron la solución al problema, mientras que solamente el 63,6% de quienes permanecieron en la fase N1 (más superficial) lo logró. El 55,5% de los que permanecieron despiertos encontró la solución.
«Los datos del EEG revelan que el sueño N2, pero no N1, incrementa la probabilidad de lograr una claridad mental post-siesta, lo que indica una función particular del sueño más profundo», afirman los investigadores.
Anika Löwe, una de las autoras del estudio, comentó a Newsweek que los resultados han resonado con muchas personas creativas, quienes han experimentado avances después de una breve siesta.
Limitaciones y precisiones del estudio
A pesar del optimismo, los autores advierten que el método no permite afirmar si la mejora es exclusiva de un estado especÃfico de sueño, el descanso en sÃ, o algún otro factor mental.
Los investigadores destacan que sus resultados solo sugieren una mayor probabilidad de momentos Eureka tras el sueño N2, pero admiten que el motivo exacto de la inspiración espontánea sigue siendo un misterio.
«Nuestros hallazgos apuntan a un rol del sueño N2 en la inspiración, pero se requiere más investigación para entender los mecanismos precisos y diferenciar los efectos del sueño de otros factores», indican los investigadores.
Desconectarse para hallar soluciones
El descanso, cambiar el enfoque o simplemente «alejarse» del problema podrÃa ser tan vital como el propio sueño. AsÃ, aunque la fase N2 aumenta la probabilidad de un momento Eureka, otros elementos como la relajación mental podrÃan ser igualmente cruciales.
El neurocientÃfico Pablo Barrecheguren, experto en sueño, resaltó que los participantes estaban privados del 30% del sueño la noche previa, lo cual podrÃa haber influido en los resultados.
A pesar de las incógnitas sobre los mecanismos involucrados, la recomendación es clara: si un problema te abruma, cambia de actividad, aléjate y si puedes, date una breve siesta.
«Frecuentemente, la inspiración llega en momentos de descanso o durante el sueño, cuando la mente está apartada del problema», por eso los momentos Eureka emergen en la ducha o mientras realizas tareas rutinarias.
Esta idea no es una novedad. Figuras como Thomas Edison y Salvador Dalà recurrÃan a la siesta creativa para desbloquear su genio y propiciar revelaciones. Friedrich August Kekulé afirmó que descifró la estructura del benceno tras una siesta.
Ahora, la ciencia comienza a evidenciar que una siesta ligera podrÃa ser la clave para superar los desafÃos más difÃciles. Y si no lo logra, al menos habrás descansado.
Imagen | Unsplash (Mika Ruusunen, Adrian Swancar)
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