El calor sigue arraigado en la España peninsular. Esta semana, una depresión aislada en niveles altos (DANA) parece que nos dará un breve respiro, aunque los expertos predicen que será fugaz.
Un junio fuera de lo común. A falta de una semana para que finalice junio, los expertos prevén que podría confirmarse como el más caluroso registrado hasta ahora. Esto a pesar de que hemos tenido episodios tormentosos -algunos bastante intensos- intercalados con días de calor extremo.
El récord del mes de junio más caluroso lo tiene, por ahora, el de 2017, cuando la temperatura media fue de 24,1º Celsius. Esta cifra supera en tres grados la media del periodo 1981-2010 y es 0,1º superior al récord anterior registrado en 2003.
En aquel junio de 2017, las precipitaciones también fueron ligeramente superiores a lo habitual, con un 3% más respecto a la media del periodo entre 1981 y 2010.
Una circulación atascada. Expertos como el físico, divulgador e investigador en AEMET, J.J. Alemán, advierten que la situación podría empeorar tras la tregua de esta semana. Un «atasco» en la circulación atmosférica sería, en parte, responsable de este mes anómalo y caluroso.
La situación podría empeorar. Alemán explica que en los próximos días podría darse un “fortalecimiento de la dorsal anticiclónica subtropical” que alcanzaría niveles récord sobre la Península Ibérica.
Mientras tanto, bajo la influencia de una DANA. Esto indica que el alivio térmico provocado por la presencia de una DANA será temporal. No obstante, su cercanía sugiere que debemos prepararnos de nuevo para la inestabilidad y las precipitaciones.
En los próximos días, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido diversos avisos amarillos para alertar sobre el riesgo derivado de estas tormentas. Estos avisos coexistirán con los emitidos por el calor, concentrándose en el norte, especialmente en el cuadrante noroccidental de la Península.
En su previsión, la agencia menciona tormentas y chubascos “localmente fuertes” en el tercio norte, con posibilidad de granizo y rachas “muy fuertes”. Esta situación afectará particularmente al norte de la meseta, la Cordillera Cantábrica, Pirineos y el norte del Sistema Ibérico, según AEMET.
Los riesgos de un verano cálido. La semana pasada, AEMET publicó su análisis de la primavera y sus previsiones para el verano. Destacaron que la primavera fue muy lluviosa, pero el verano podría caracterizarse por temperaturas más altas de lo habitual.
La combinación de una primavera húmeda con un verano caluroso conlleva ciertos riesgos para la salud: la aparición de algunas plagas de insectos ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias ante la posible aparición de vectores de enfermedades, como el mosquito tigre.
Además, los veranos calurosos también aumentan el riesgo de incendios, aunque en este caso, las precipitaciones recientes podrían ser favorables.
Imagen | ECMWF
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