Un hallazgo impactante en la isla de Menorca ha revelado los rastros más antiguos de consumo de drogas psicoactivas en Europa, utilizados, presumiblemente, en ceremonias chamánicas. Un grupo de investigadores encontró mechones de cabello de hace 3.000 años que proporcionaron esta evidencia.
Investigando el pasado. Hasta este descubrimiento, las pruebas del uso de estas sustancias en tiempos antiguos eran indirectas, como residuos en vasijas o restos vegetales en yacimientos, explica Elisa Guerra Doce, coautora del estudio en declaraciones a El País. Los mechones, teñidos de rojo y cuidadosamente arreglados, fueron la clave de este avance.
«El cabello y el equipo usado para su tratamiento se conservaron en condiciones excepcionales, permitiendo su análisis científico», comentó Cristina Rihuete, otra investigadora del equipo, en un comunicado de prensa.
Tres alcaloides identificados. Se encontraron efedrina, atropina y escopolamina en los mechones. La efedrina es un estimulante, mientras que la atropina y escopolamina son alucinógenas y psicoactivas.
Estas se encuentran en varias plantas de la flora de Menorca, como la efedra (Ephedra fragilis), la mandrágora (Mandragora autumnalis), el beleño blanco (Hyoscyamus albus) y el estramonio (Datura stramonium), todas pertenecientes a las solanáceas.
Un rito funerario especial. Los investigadores deducen que las drogas se consumieron antes de morir. De los 210 enterrados en la cueva, las muestras corresponden a diez individuos.
El diferente tratamiento funerario de estos diez, sin otras diferencias sociales aparentes, sugiere que podrían haber sido chamanes o líderes espirituales.
Un esfuerzo conjunto. Publicado en Scientific Reports, el estudio detalla el uso de la Cromatografía Líquida de Ultra Alto Rendimiento acoplada a Espectrometría de Masas de Alta Resolución (UHPLC-HRMS) para identificar las sustancias.
El equipo de investigación incluye prehistoriadores y arqueólogos de la Universidad de Valladolid y el Grupo de Investigación de Arqueoecología Social Mediterránea de la Universidad Autónoma de Barcelona (ASOME-UAB), junto con el químico Hermann M. Niemeyer de la Universidad de Chile.
Interior de la Cova des Càrritx (arriba); vaso con cuchara y peine de madera hallados en el yacimiento menorquín (abajo). ASOME-UAB.
El contexto de Es Càrritx. Cerrada por un derrumbe hace unos 2.800 años, fue redescubierta en 1995 por espeleólogos. Esta cueva, ubicada al noroeste de Menorca, cerca de Ciutadella, tiene 170 metros y siete salas, siendo la vestibular donde se encontraron los restos humanos.
En la sala seis, tras un estrecho pasaje, se hallaron los mechones de cabello en cilindros de madera y asta, junto a otros objetos como vasos, un peine de madera, cerámica y una cuchilla de bronce.
Prácticas a lo largo del mundo. Aunque asociado a culturas precolombinas, el uso de “drogas chamánicas” era común en otras partes, como en la China de la dinastía Zhou con el cannabis. Guerra-Doce ha estudiado previamente el uso de drogas y bebidas fermentadas en la prehistoria, ampliando así nuestro conocimiento sobre su consumo.
A pesar de que los detalles de los rituales que utilizaron estos alcaloides quizás permanezcan desconocidos, el estudio nos acerca más a entender cómo vivieron aquellos que habitaron Europa hace milenios y sus similitudes con nosotros.
Imágenes (portada) | Jason Swanson, CC0 1.0 / Gugatchitchinadze, CC BY-SA 4.0
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