Las recientes propuestas de aranceles del Gobierno de Donald Trump están generando gran incertidumbre entre las empresas tecnológicas de Estados Unidos. En abril pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU anunció que algunos dispositivos electrónicos y componentes estratégicos estarían exentos temporalmente de los aranceles. Aunque esta decisión se aplica de manera momentánea, se anticipa que en el futuro estos aranceles afectarán a las industrias de electrónica de consumo y semiconductores.
La Asociación de Consumidores de Tecnología de EEUU (CTA, por sus siglas en inglés) ha difundido un exhaustivo informe elaborado por Trade Partnership Worldwide (TPW), una consultora especializada en análisis económicos y comerciales. El estudio analiza el impacto proyectado de los aranceles sobre los dispositivos electrónicos de consumo y presenta conclusiones alarmantes. Para ofrecer una perspectiva: TPW prevé que el producto interior bruto de EEUU disminuirá en 69.000 millones de dólares anuales debido a los aranceles y que los consumidores gastarán 123.000 millones menos al año.
Según TPW, la tecnología costará entre un 11% y un 70% más
Es crucial tener presente que el escenario descrito por esta consultora supone un fin a la suspensión de 90 días de los aranceles implementada por la Administración de EEUU, estimando que en julio se activarían las tarifas elevadas anunciadas por el gobierno de Trump. Aunque este escenario es plausible, dada la actual inestabilidad, también cabe la posibilidad de que las medidas anunciadas no se ejecuten como previó el Gobierno de EEUU.
Las consolas de videojuegos serán las más afectadas, ya que la mayoría se fabrica en China
De cualquier forma, las conclusiones presentadas por TPW y destacadas por CTA son preocupantes. Según el informe, el costo minorista promedio de los teléfonos móviles aumentará un 31%; el de los monitores, un 32%; los portátiles y tabletas, un 34%; y el de las consolas de videojuegos hasta un 69%. Los PC de escritorio también verían un aumento de precio cercano al 24%. Las consolas de videojuegos serían las más afectadas, ya que la mayor parte se produce en China, lo que las podría someter a aranceles del 145%. De concretarse, TPW anticipa que las importaciones en EEUU disminuirían en un 71%.
Este panorama comercial casi apocalíptico refleja el impacto de los aranceles en el bolsillo de los consumidores estadounidenses. No obstante, cabe preguntarnos qué ocurrirá con los productos de EEUU que se venden en España y otros países europeos. Lo más lógico es pensar que sus precios también subirán por dos razones que se dan simultáneamente.
En primer lugar, si las empresas de EEUU enfrentan mayores costos debido a la importación de componentes o la fabricación en el extranjero, es probable que los precios de sus productos aumenten globalmente. Además, si Europa opta por aplicar aranceles recíprocos a los productos importados desde EEUU, lo cual parece probable, los consumidores europeos también enfrentarán precios más elevados. Aún queda por ver qué sucederá, pero el escenario actual no es alentador.
Más información | TPW/CTA
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