En las altitudes de los Andes nororientales del Perú, un enigmático pueblo conocido como los chachapoyas dejó su huella entre los siglos VII y XVI. Esta civilización, también llamada «la gente del bosque nuboso», construyó impresionantes edificaciones funerarias y ceremoniales que con el tiempo fueron engullidas por la densa jungla. Entre sus legados más sobresalientes se encuentra Gran Pajatén, ubicado en la región de San MartÃn. Aunque los arqueólogos conocen este sitio desde hace décadas, las nuevas tecnologÃas, como el escaneo LiDAR, han revelado que lo que se conocÃa era solo una fracción de su magnitud real.
El hallazgo es de tal magnitud que el World Monuments Fund (WMF) lo considera el mayor descubrimiento arqueológico en la región desde los años 80.
Una Revelación Sorprendente Perú ha aportado una nueva sorpresa al mundo de la historia y la arqueologÃa, especialmente para quienes se dedican al estudio de las civilizaciones prehispánicas. Recientemente, el WMF anunció que un equipo de investigadores ha identificado y documentado más de cien estructuras en Gran Pajatén, uno de los mayores yacimientos arqueológicos del Parque Nacional RÃo Abiseo, en la AmazonÃa peruana. Este sitio también es conocido como «la Ciudad Perdida de los chachapoya» o «El Dorado del Antisuyo».
Significado Arqueológico El descubrimiento es importante por varias razones. No solo expande nuestro conocimiento sobre el asentamiento, sino que también nos permite comprender mejor a los chachapoya, una cultura precolombina que floreció y dejó su marca con construcciones notables como la fortaleza de Kuelap y el Gran Pajatén, con sus únicas edificaciones circulares y terrazas decorativas.
Conociendo a los Chachapoya Los chachapoya son una parte vital de la historia del Perú antiguo. Según la WMF, su civilización emergió entre los siglos VII y XVI en los Andes nororientales, organizándose en señorÃos regionales. A pesar del terreno escabroso, demostraron maestrÃa arquitectónica al construir asentamientos con caracterÃsticas únicas, como construcciones circulares y mausoleos. Aunque lograron resistir a los incas, finalmente fueron absorbidos en el siglo XV.
Descubrimientos Asombrosos Aunque Gran Pajatén ya era conocido y habÃa sido documentado con 18 estructuras en los años 60, y expandido a 26 en los años 80, las recientes investigaciones han demostrado que estas cifras apenas han tocado la superficie.
Con el uso de técnicas avanzadas, los expertos del WMF han identificado más de cien estructuras nuevas, ofreciendo una visión completamente renovada del asentamiento. Este importante hallazgo duplica con creces el número de estructuras conocidas.
Un Nuevo Entendimiento del Gran Pajatén Descubierto en 1963, Gran Pajatén siempre se ha visto como uno de los sitios más destacados de los chachapoya, con sus ceremoniales frisos y mosaicos. Sin embargo, la vasta vegetación habÃa mantenido gran parte de su arquitectura oculta.
Este obstáculo, junto con la falta de perspectiva, habÃa limitado la comprensión del yacimiento. «Su escala, función y cronologÃa eran un misterio continuo», comenta la WMF, señalando el delicado ecosistema que lo rodea y que impide el acceso turÃstico.
Nuevas Conclusiones Los investigadores han confirmado que la ocupación chachapoya en Gran Pajatén podrÃa datar del siglo XIV, si no antes. También encontraron una red de caminos prehispánicos que sugieren un sistema interconectado de asentamientos en el área, redefiniendo la importancia del complejo.
El equipo ha reconocido una estructura arquitectónica compleja y articulada, insertando a Gran Pajatén en una red más amplia de asentamientos prehispánicos, según Juan Pablo de la Puente del WMF. Este descubrimiento redefine el conocimiento sobre el sitio y provoca nuevas preguntas sobre su papel en la civilización chachapoya.
Avances Tecnológicos en ArqueologÃa Gran Pajatén ha estado a la vista de los arqueólogos por más de cincuenta años, pero ha sido la tecnologÃa lo que ha permitido nuevos descubrimientos sin alterar el entorno.
El uso de escaneos LiDAR, fotogrametrÃa y análisis tecnomorfológicos ha permitido a los expertos superar la barrera de la vegetación, cartografiar el yacimiento y comprender las técnicas arquitectónicas empleadas, sin dañar el paisaje ni sus estructuras.
Preservación y Futuro «Gracias a la tecnologÃa avanzada, pudimos recopilar documentación excepcional sobre el Gran Pajatén, preservando su entorno», celebra Bénédicte de Montlaur del WMF. A pesar de su inaccesibilidad, las herramientas permitirán difundir su significado.
Además de documentar, los investigadores llevaron a cabo tareas de conservación, reforzando elementos sin alterar su autenticidad. Este trabajo actúa como un modelo para futuras acciones de conservación, según el doctor Ricardo Morales Gamarra, uno de los participantes del estudio.
Imágenes | World Monuments Fund (Heinz Plenge Pardo) y
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