En junio pasado, presentamos un mapa detallado que revelaba quiénes dominaban la escena nuclear mundial en ese momento. Sin embargo, al momento de escribir estas líneas, la situación parece estar consolidándose para 2024 con un cambio sutil pero significativo que merece atención. Aunque Estados Unidos aún lidera en gasto nuclear, lo que antes era una distancia cómoda, ahora es una carrera en la que otros están alcanzando rápidamente.
La Ventaja en Cuestión. Según un informe de Time, por primera vez desde la Guerra Fría, Estados Unidos afronta una creciente desventaja frente a competidores que están expandiendo sus capacidades nucleares. Aunque Rusia sigue siendo un actor relevante, es China quien ahora se levanta como el rival más formidable.
Los esfuerzos de China son evidentes: su rápida construcción de silos en el desierto occidental, sumado a la creación de submarinos y bombarderos de largo alcance identificados por imágenes satelitales, evidencian un notable desarrollo que deja atrás la fuerza disuasoria de EE.UU., que parece anticuada en comparación.
Historia del Inicio. Un reciente análisis del Guardian recordaba la cumbre de Ginebra de 1985, donde los líderes estadounidenses y soviéticos, Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, sentaron las bases de la paz nuclear al declarar que «una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe pelear».
Esta declaración fue fundamental para varias décadas de control de armas, dando lugar a tratados que limitaron arsenales y evitaron un conflicto catastrófico. Sin embargo, a día de hoy, ese espíritu de cooperación parece ser historia. Los indicios sugieren que el mundo podría enfrentarse a una nueva y más peligrosa carrera nuclear, donde China es el nuevo protagonista que provoca la inquietud entre EE.UU. y Rusia.
El Proceso de Desarme. Durante décadas, Estados Unidos y Rusia redujeron de forma significativa sus arsenales nucleares, pasando de 60.000 a aproximadamente 11.000, esto gracias a tratados como START y New START que limitaron las armas estratégicas desplegadas a 1.550 por país.
Desafortunadamente, la salida de Estados Unidos del Tratado ABM en 2002 comenzó la erosión del sistema de control de armas, intensificándose con la suspensión rusa del tratado New START en 2022 en respuesta a la situación en Ucrania. En febrero de 2026, cuando este tratado expire, las dos principales potencias nucleares se encontrarán sin restricciones y con un nuevo protagonista en escena: China.
Una Carrera a Tres Bandas. La actual competencia nuclear es más complicada y peligrosa debido a la inclusión de un nuevo actor principal: China. Con su arsenal en expansión, busca igualar a EE.UU. y Rusia, posiblemente para 2035.
Washington está alerta ante este rápido desarrollo, especialmente debido a la alianza de China con Rusia. Ambos han declarado su intención de contrarrestar la influencia estadounidense globalmente, añadiendo un nivel extra de tensión en esta batalla armamentística.
La Estrategia de Rusia. A pesar de un ritmo más lento, Rusia ha fortalecido su capacidad nuclear con el desarrollo de innovaciones como el planeador hipersónico y un torpedo nuclear de largo alcance, en respuesta a lo que considera amenazas a su disuasión por parte de las defensas antimisiles de Estados Unidos.
El Enfoque Estadounidense. Con la introducción de tecnología avanzada, como la IA y las ciberarmas, la situación se complica aún más. Estados Unidos ha comenzado a modernizar su tríada nuclear con un presupuesto de 1.5 billones de dólares, lo que genera preocupaciones sobre la estabilidad y la presión económica.
Algunas de sus armas, como los misiles balísticos intercontinentales, se consideran de «primer ataque» debido a la necesidad de lanzarlos rápidamente, lo que incrementa el riesgo de accidentes y errores de cálculo.
China en Expansión. Time reporta que China ha construido al menos 300 nuevos silos de misiles, superando los silos Minuteman III de EE.UU. Además, están innovando su flota de submarinos balísticos, desarrollando el modelo Type 096, y avanzando en el bombardeo nuclear con el H-20.
Mientras tanto, los astilleros estadounidenses tienen problemas para producir sus nuevos submarinos balísticos a tiempo, retrasando el modelo Columbia hasta 2027. China, por otro lado, está creando una tríada nuclear completa, equilibrando así su capacidad de disuasión terrestre, marítima y aérea.
En resumen, esta expansión multifacética destaca el crecimiento acelerado de China hacia una postura similar a la de EE.UU. en términos de disuasión.
El Reloj del Juicio Final. Aunque simbólico, el movimiento del Reloj del Juicio Final a 90 segundos de la medianoche enfatiza la creciente amenaza nuclear y la falta de progreso en el control de armas.
La Diplomacia como Opción. A pesar de las tensiones, existen caminos para detener esta carrera nuclear. El Guardian sugiere la reactivación de los canales de comunicación entre Washington y Moscú, esenciales durante la Guerra Fría para prevenir conflictos.
Rose Gottemoeller aboga por un nuevo acuerdo que incluya a China para limitar los misiles de rango intermedio. Asimismo, el Senado de EE.UU. podría revaluar su postura sobre el Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares, esperando la ratificación de naciones cruciales.
Conclusión: Un Ciclo Recurrente. El escenario actual sugiere que el mundo vuelve a enfrentar la presión de aumentar arsenales sin garantizar mayor seguridad, con el riesgo de una escalada descontrolada.
Como en tiempos pasados, la desescalada mediante el diálogo y la negociación parece ser la única salida viable para evitar un desastre nuclear. Y quizás, lo más difícil, que Trump, Putin y Xi Jinping se reúnan sin armas de por medio.
Imagen | Jonathan McIntosh
Deja una respuesta