En el mundo de los negocios, las promesas y altas expectativas pueden llegar a tener un valor incalculable. Esto es lo que explica que una startup, de la que apenas se conoce información, esté valorada en la asombrosa cifra de 32.000 millones de dólares. Esta cantidad supera el valor de empresas consolidadas como eBay, Endesa o Hyundai, que han trabajado durante años para alcanzar su valoración actual.
La era de la inteligencia artificial (IA) ha llegado, y con ella, las promesas y expectativas tienen un peso significativo. Safe Superintelligence (SSI), la startup de IA cofundada por Ilya Sutskever, excofundador de OpenAI quien dejó la empresa menos de un año atrás, parece ser un ejemplo perfecto de este fenómeno.
Según informa el Financial Times, Sutskever ha conseguido asegurar una ronda de financiación de 2.000 millones de dólares para su empresa, elevando su valoración hasta la llamativa cifra de 32.000 millones de dólares. Este dato resulta especialmente sorprendente dadas las actuales condiciones económicas, donde los aranceles generan incertidumbre y frenan las inversiones.
En septiembre, SSI ya había recaudado 1.000 millones de dólares, lo que situó su valoración en 5.000 millones. Ahora, esta cifra se ha incrementado seis veces, lo que sugiere que la empresa tiene algo verdaderamente interesante que ofrecer.
Durante una entrevista el año pasado, Sutskever mencionó su objetivo de crear una IA con «seguridad nuclear», explicando que «por segura queremos decir segura como cuando hablamos de seguridad nuclear, en contraposición a segura en el sentido de ‘confianza y seguridad'».
En una entrevista posterior en septiembre, este ingeniero y emprendedor explicó que él y su equipo habían «descubierto una nueva montaña que escalar, algo distinto a lo que había trabajado anteriormente».
Fuentes cercanas a SSI sugieren que la empresa está explorando métodos innovadores para desarrollar y ampliar modelos de IA. Si esto es cierto, el avance sería intrigante, especialmente ahora que se cuestiona si el escalado tradicional —más GPUs y datos— sigue proporcionando mejoras notables.
Parece que a los exmiembros de OpenAI les está yendo bastante bien tras dejar la compañía. Otro ejemplo es Mira Murati, quien ha lanzado una nueva startup de IA llamada Thinking Machines Lab. Al igual que SSI, está buscando asegurar una significativa ronda de inversión, también sin tener un producto en el mercado. Así son los tiempos que vivimos.
Imagen | OpenAI
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